Chapuzón de autoestima

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  • Villamediana acoge una demostración de buceo adaptado para discapacitados
larioja.com – Fue un chapuzón de autoestima, un baño de igualdad.Porque debajo del agua caen muchas barreras. Las piscinas del polideportivo de Villamediana acogieron ayer una demostración de buceo adaptado en la que participaron once jóvenes con discapacidad física o psíquica.
La exhibición estuvo organizada por la Escuela de Submarinismo Deportivo y contó con la colaboración del Ayuntamiento villametrense, Disport Eki, Inter Europa, Decathlon Logroño y Estudio 8.
Los chicos se enfundaron sus buzos y se sumergieron a cerca de dos metros de profundidad deseosos de mostrar que el buceo no tiene secretos para ellos. «Para las personas con discapacidad física -parapléjicos o personas que han perdido algún miembro- el agua se convierte en un mundo abierto, en el que ellos se mueven como quieren», explica el presidente e instructor de la Escuela de Submarinismo Deportivo, Pablo Pascual. En el caso de los discapacitados psíquicos, el buceo tampoco plantea mayores reservas, siempre y cuando «los participantes puedan entender las explicaciones que se les dan y realizar los ejercicios», indica.
Así lo dejó patente este grupo de buceadores, en el que había personas con tetraplejía, síndrome de Down y discapacidad intelectual leve. «Tienen un mérito impresionante», valoraba emocionado el presidente de la Escuela. No en vano, sólo uno de los jóvenes está avezado en la práctica de este deporte. La gran mayoría únicamente recibió unas nociones básicas el pasado mes de julio y para dos el de ayer se trató de su primer contacto con la inmersión.
Técnicas básicas

La exhibición se compuso de diversos ejercicios basados en las técnicas básicas del submarinismo, siempre supervisados por el instructor y sus asistentes. Los jóvenes se zambulleron para recoger pelotas de golf del fondo de la piscina; aprendieron a vaciar el regulador, la máscara y las gafas; practicaron la flotabilidad neutra y la compensación de oídos y dieron muestra de que eran capaces de manejar los equipos de forma autónoma. Pascual certifica que para las personas con discapacidad los beneficios de esta modalidad deportiva son innegables. «El buceo les aporta paz y les ayuda a relajarse; además de que favorece que se sientan autorrealizadas y mejora su autoestima».
Antes de iniciarse en el buceo, la Escuela exige a estos chicos que presenten una autorización médica. Luego deben superar una prueba, consistente en una veintena de ejercicios, que sirve para orientar a los profesionales acerca del grado de autonomía que pueden desarrollar bajo el agua. Hay tres niveles. El primero se corresponde con una capacidad plena (como la que podría darse en un buceador sin estas limitaciones) y el tercero indica que el deportista debe estar en todo momento asistido en la profundidad. El centro imparte cursos de buceo adaptados para todo tipo de discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales.

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