elperiodic.com – Tiene 18 años, reside en Castellón y tiene una discapacidad psíquica que no le frena para conseguir grandes logros en su deporte preferido: el baloncesto.
Javier Pascual del Pobil Jiménez, es uno de los alumnos del Programa de Qualificació Professional Integral (PQPI), del módulo de jardinería, del colegio de educación especial Pla d’Hortolans de Burriana. Sin embargo no oculta, entre sus profesores y compañeros, su afición y dedicación al baloncesto. No es el único deporte que practica, dado que también asiste a clases de natación en la piscina municipal, así como práctica otros deportes que imparten en el centro. Pero sus 2’05 metros de altura dejan más que evidente, su ventaja para el baloncesto, deporte que practica como pívot, desde hace seis años, en el Club Deportivo Alter Valencia.
Consigue la medalla de bronce en el Campeonato de España de Baloncesto para personas con discapacidad intelectual
Hace años que Javier, con su juventud y “marcado carácter”, como afirman cariñosamente sus profesoras del centro, cuenta con un gran apoyo familiar que potencia destrezas, como en este caso, el juego de baloncesto. Sin embargo el pasado fin de semana “Pobil”, como le llaman sus compañeros de clase, participó en el Campeonato de España de Baloncesto para personas con discapacidad intelectual, organizado por la Federación Española de Deporte para Personas con Discapacidad Intelectual (FEDDIS). Un encuentro que tuvo lugar en la localidad de L’Alfàs del Pi (Alicante) en las instalaciones del Pabellón Pau Gasol y cuya final estuvo disputada por el Club Aderes Burjassot y Alter Valencia, club en el que juega Javier. Finalmente el Alter consiguió la medalla de bronce, un galardón que supuso el orgullo del joven, así como de su familia y la admiración de sus compañeros y profesores.
En el centro ya han cortado y enmarcado, tanto Javier como sus compañeros, los recortes de periódicos que cuentan su victoria. Una victoria que, según detalla Maite Ventura, jefa de estudios de del colegio de educación especial Pla d’Hortolans, significa mucho más para una persona de sus características. “Javi tiene una discapacidad psíquica a nivel intelectual, pero es un chico que tiene muchas posibilidades. Tiene un carácter muy fuerte, pero es un chico muy educable, atiende a razones y sobre todo tiene ganas de hacer muchas cosas. Tiene dos hermanos mayores, en los que él se ve reflejado. Son dos patrones muy buenos que tiene, ya que gracias a ellos y sobre todo, a nivel competitivo, se siente muy realizado y ve que destaca en algo muy importante, en lo que no destaca todo el mundo. Él ve que en otros ambientes donde otros no destacan, él sí lo hace y esto le ha ido muy bien”.
El deporte como herramienta integradora
Maite aprovechaba la ocasión para comentar, a nivel educativo, cuán beneficioso es para jóvenes con algún tipo de discapacidad realizar deporte. “El deporte va bien no solo a él, sino al resto de alumnos que tenemos en la escuela. Hacemos natación todos los viernes, hemos hecho tenis, a veces hemos hecho atletismo, y lo que procuramos es que la enseñanza que damos a nuestros alumnos sea de total integración. El deporte lo que desarrolla es la integración total. Que se puedan sentir que desarrollan todas las capacidades. Cuando destacan en alguna cosa, eso tenemos que potenciarlo porque así se ven importantes y canalizar toda la enseñanza en ese referente, es decir, si algún alumno tiene dificultad en alguna materia, pero es bueno en deporte, por ejemplo, podemos incentivar a este alumno diciéndole que en su vida deportiva necesitará aprovechar esos conocimientos de esa materia en la que puede tener dificultad, motivo por el que entonces le presta más atención”.
Javier, en este caso es un joven que, según describe Maite Ventura, gracias a sus triunfos en el baloncesto, ahora se ha vuelto más ambicioso, es más optimista y se siente muy bien de autoestima, algo que no es demasiado común en personas con sus mismas características. Por esta razón, Maite, como jefa de estudios y tutora, destacaba que esta victoria le ayuda a trabajar de forma educativa. “Ahora Javi ve que es importante, porque sale en los periódicos y sus compañeros, lejos de tener envidia, quieren demostrar que también son buenos en otros ámbitos, algo que potencia más uno de nuestros objetivos como educadoras, que es la máxima integración”.
En este sentido, Ventura hacía especial hincapié en que “en este colegio basamos toda la enseñanza en que todo sea práctico e integrador. Nuestra meta es que sean lo más iguales posible a los alumnos de cualquier otra escuela de cualquier edad. Queremos potenciar a cada uno, las capacidades que tenga y que puedan compensar las carencias que puedan tener por otra parte”.
Por su parte, Javier ha comenzado una semana arropado por sus compañeros donde, con más ganas de lo habitual, se ha integrado en las actividades que han preparado los tutores del centro. Ayer el día estuvo centrado, en gran medida, en la preparación de la víspera de Halloween, con la elaboración de los “panellets” así como con los talleres que se han preparado por la tarde, donde se han maquillado de personajes terroríficos.
Finalmente Maite Ventura, ha recordado que en el centro, al igual que en cualquier otro colegio, están trabajando en la realización de nuevas actividades extraescolares, como puede ser el viaje de fin de curso, una de las actividades, que afirma, “más ilusión hace a los alumnos”, como sucede en todos los colegios. Sin embargo la situación de crisis, también ha llegado a las aulas, y “para no ahogar a los padres” han organizado una cena benéfica en el Hotel Aloha, el próximo 17 de diciembre, donde un porcentaje de lo que se consiga irá destinado a la realización de actividades escolares del centro.
