El sprint hacia Río de una luchadora

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    • Los Juegos de 2016, gran objetivo del proyecto.

    diariodejerez.es – Cuatro años por delante para cumplir el sueño de competir en Río de Janeiro… aunque el sueño ya se cumplió cuando en junio del pasado año Montse abría la carta que le anunciaba que había sido seleccionada por el equipo Liberty Seguros de promesas paralímpicas de atletismo, un programa creado por el Comité Paralímpico Español con el objetivo de apoyar y financiar a jóvenes con diferentes discapacidades que buscan un futuro dentro del mundo del deporte. «No sé ni lo que sentí cuando leí la carta, no me explicaba cómo era posible que me hubiera elegido a mí el equipo Liberty… no imaginaba algo así, siempre me han dicho que lo hago muy bien, pero la verdad es que lo hago como puedo».

    Montserrat Mellado es una atleta chipionera de 15 años que padece espina bífida e hidrocefalia. Estudia tercero de ESO, quiere ser fisioterapeuta y, además, forma parte de un programa cuya última meta son los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Los integrantes de este equipo, 16 chicos y chicas de entre 13 y 23 años, son deportistas con discapacidad física, visual o parálisis cerebral. Un elenco de auténticos luchadores.

    Con este proyecto se pretende conseguir un alto nivel de rendimiento en los atletas mediante planes técnicos de formación y la asistencia a competiciones y concentraciones. El objetivo es que se convierta en una fase previa al Plan ADOP y que en el futuro estos atletas puedan formar parte del equipo Paralímpico Español .

    Montse, que en los últimos tiempos anda algo pachuchilla, es consciente de la oportunidad que tiene ante sí y no la quiere dejar pasar. Es una enamorada del deporte y, entre una cosa y otra, lleva prácticamente toda la vida sudando la camiseta. «Empecé a practicar natación con dos o tres añitos porque era bueno para mi discapacidad. También he hecho gimnasia rítmica, que me encantaba… y luego empecé con el atletismo. Un día acompañé a mi hermano a entrenar con el Club Atletismo Chipiona y mi actual entrenador -Juan Emilio Junquero- me dijo que por qué no me animaba a hacer atletismo. Tanto me animé que he llegado hasta hoy», recuerda entre risas Montse, que lamenta que tuviera que ir dejando algunos frentes deportivos para poder dedicarle a los estudios el tiempo que se merecen.

    Pronto comienza Montse a participar en el circuito de carreras populares de la provincia, aunque lo hace con su silla de ruedas de paseo y no con una de competición. La Delegación Gaditana de Atletismo, muy sensibilizada con su situación, le permite tomar parte en estas competiciones, en las que en principio sólo pueden participar los deportistas que van a pie. Otro handicap para ella a la hora de competir es que tan sólo puede participar en las pruebas que se desarrollan en carretera o en pistas de atletismo.

    Dos acontecimientos van a marcar el flechazo definitivo entre Montse y el atletismo. El primero tiene lugar en Sevilla en 2006, cuando acude a un curso sobre atletismo adaptado donde se sube por primera vez a una silla de competición y se da cuenta del potencial que atesora. El segundo ocurre dos años después en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada. Allí conoce a los integrantes del equipo paralímpico español de atletismo que compitió en Pekín, así como al entrenador Gabriel Brizuela, que asegura a Montse que tiene condiciones para convertirse en una gran atleta.

    Este último mensaje da más ánimos si cabe a Montse y su familia, que empiezan a moverse para tratar de conseguir ayudas y subvenciones para tener acceso a un silla de ruedas de competición. La Diputación de Cádiz concede, no sin esfuerzos, su deseo a la chipionera, que en marzo acude al Campeonato de España de promesas de Villafranca de los Barros (Badajoz). Allí sorprende a propios y extraños con sus marcas y se cuelga la medalla de oro en 100 y 200 metros en la categoría T54.

    En 2010, con sólo 13 años, es invitada al Campeonato de España absoluto que se celebra en el estadio de Chapín. «Tuve que competir sola, no había nadie de mi categoría y no me dejaron competir con los hombres. Además, a pesar de la levantera que hacía, mejoré mi marca de 200 e igualé la de 100», recuerda Montse, que desde entonces no ha podido competir en otro evento de esta categoría. Eso sí, sigue siendo una habitual del circuito de carreras populares.

    El pasado mes de diciembre, una vez digerida la gran noticia que había recibido en junio, Montse conoció al resto de sus compañeros del equipo Liberty en una concentración que tuvo lugar en Los Alcázares. «El equipo me manda unos entrenamientos más estrictos que los que llevaba habitualmente», comenta la velocista, que sabe que el esfuerzo de una luchadora como ella encontrará recompensa.

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