Emilio Pedrini/Bilbao BSR. Otro junior de oro. Otra joya de la escuela. Un jugador de sólo 19 años que empezó hace tres en la cantera del club. El año pasado ya dio el salto al primer equipo y pudo disfrutar de minutos en la rotación de las puntuaciones bajas de la plantilla. Su presencia fue determinante en algunas fases del campeonato liguero ya que se acumularon las lesiones de los jugadores de su clase.
Este año además Alex ha sido internacional con la selección estatal sub 22 en el Europeo de Stokoe. Alex es un apasionado de este deporte y se deja la piel en cada entrenamiento. Con un amplio margen de mejora y muchos años por delante puede convertirse en un referente en esta modalidad deportiva. Es encomiable el grado de implicación de Mendiluce en el proyecto del club.
Alex aporta juventud, osadía y trabajo a una plantilla llamada a luchar por la permanencia en la máxima categoría. Un objetivo complicado si se tiene en cuenta la calidad de los equipos que tomarán parte en la División de Honor durante esta temporada que se iniciará en Noviembre.
Junto con Rubén Viso y Patxi Suárez forman una terna de jugadores canteranos que han demostrado que es posible dar el salto al primer equipo y entrar en las rotaciones como compañeros con muchos más años de experiencia en este deporte. La juventud, lejos de representar un hándicap, puede ser ventajosa en una plantilla que va a tener que exprimirse al máximo en un esfuerzo físico descomunal para encarar un calendario muy exigente, con citas ante rivales que están considerados como algunos de los mejores equipos del panorama europeo.
Alex es un jugador acostumbrado a realizar un trabajo oscuro, alejado de las grandes estadísticas. Se multiplica en las ayudas defensivas, genera espacios, busca el bloqueo. Trabajo a destajo para el resto de sus compañeros. Mendiluce es una garantía de pundonor dentro de la cancha.
El joven bilbaíno está ansioso por saber qué es jugar en División de Honor y por codearse con algunos de los mejores jugadores del mundo, muchos de ellos protagonistas de los Juegos de Londres de Septiembre. Tres años de trabajo han servido para que Alex viva el sueño de jugar en División de Honor. El pundonor siempre tiene recompensa.
