Paco Alonso/almeria360.com. El ejemplo a seguir ya está ahí por parte de los y las jóvenes que practican el baloncesto, ya sea en silla de ruedas o sin ella. Lo hermoso del deporte son los grandes valores que atesora, y precisamente el basket siempre se ha entendido como uno de los más respetuosos y caballerosos entre los rivales en liza. En este caso, los chicos y chicas del CB Almería se mezclaron con deportistas del Cludemi para mostrar en la práctica en qué consiste y cómo funciona la inclusión en el deporte. Con forma de partido, esta celebración se enmarcó en las celebraciones por el 25 aniversario de la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad.
La iniciativa, conjunta entre el CB Almería, el Cludemi y la Diputación de Almería, tuvo una gran acogida y creó entre los participantes y los espectadores asistentes un clima de alegría y diversión generalizada. Todos los jugadores del CB Almería de 1ª División Masculina y las jugadoras del CB Almería-La Alegría del Sur de la misma categoría pero Femenina, en compañía de algunos entrenadores del club, pudieron experimentar las mismas sensaciones que los discapacitados y concienciarse de la importancia que tienen para ellos este tipo de actividades.
La tarde en el Moisés Ruiz empezó con unos ejercicios con la silla de ruedas para familiarizarse con ella. Una vez controladas, se disputó un encuentro en el que los jugadores y las jugadoras del CB Almería pudieron comprobar la dificultad para desplazarse por la cancha, para lanzar el balón mientras la silla se mueve y la diferencia de altura de la canasta cuando estás sentado. Y es que esta modalidad de baloncesto es uno de los deportes más desconocidos que existen en el ámbito nacional, pero no por ello deja de ser apasionante y, sobre todo, de una espectacularidad que permite al público disfrutar de cada minuto del partido. Es más, rápidamente se sienten dentro del juego.
El denominado coloquialmente como BSR consigue que deportistas con discapacidad física integren, mediante su esfuerzo, a personas sin discapacidad. Se trata de una curiosa circunstancia que hace mucho más fácil entender el esfuerzo de personas para realizar aquello que se proponen, pero basta con poner a su disposición los medios y herramientas adecuados. Así, los chicos y chicas del CB Almería pudieron comprobar como los discapacitados hacen un esfuerzo enorme y logran jugar y divertirse como cualquiera de ellos practicando un deporte que exige un excelente nivel físico para su práctica. En resumen, los chavales del club entendieron que el deporte siempre ha sido un elemento de superación personal y enriquecimiento social.
Lo importante era que supieran que es fundamental encontrar el espíritu de superación personal, así como el compañerismo y todos esos valores puramente deportivos de los que las personas con discapacidad son auténticos paladines. Desde el CB Almería se asegura que “la concordia y la unión entre la gente pudo verse en el transcurso de este partido, donde la discapacidad enfrentada a la normalidad ha servido para demostrar que todos somos diferentes y, a través de nuestras diferencias, todos han sido capaces de jugar juntos con las mismas reglas y sentados en una silla de ruedas. Los jugadores del Cludemi han enseñado a los jugadores normalizados de lo que son capaces de hacer sobre la silla de ruedas y ellos, al mismo tiempo, han comprendido las grandes dificultades que tiene la modalidad BSR. Unos y otros se divirtieron y pasaron una tarde muy amena y agradable”.
