Cerca de cuarenta esquiadores con discapacidad visual disputan la III Prueba del circuito FEDC de Esquí

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El próximo domingo, 3 de marzo, en Xanadú

  • Jon Santacana junto a su guía en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Turin 2006. ONCE
    Jon Santacana junto a su guía en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Turin 2006. ONCE

    Esta competición es una de las pruebas clasificatorias de cara al Campeonato de España de Esquí 2013

ONCE. Alrededor de cuarenta esquiadores con discapacidad visual, acompañados de sus respectivos guías, disputarán la III Prueba del Circuito FEDC (Federación Española de Deportes para Ciegos) de Esquí para ciegos y deficientes visuales, que se celebra el próximo domingo 3 de marzo, en el pista del Centro Comercial Madrid Xanadú (calle del Puerto de Navacerrada, Arroyomolinos), entre las 9.30 y las 13.00 horas.

En esta competición los participantes, procedentes de diferentes comunidades autónomas, se enfrentan a la tercera de las pruebas clasificatorias de cara al Campeonato de España 2013, que se celebrará en la estación de Cerler (Huesca), entre el 18 y el 19 de marzo.

La primera prueba se celebró en la Estación de Esquí de Ezcaray (Logroño); y la segunda, en la de Port Ainé (Lleida), ambas a lo largo del mes de febrero.

La competición transcurrirá en dos mangas de slalom, en infantil, juvenil y categoría absoluta, tanto en femenino como masculino.

Tanto las tres pruebas del Circuito como el Campeonato de España son pruebas organizadas por la FEDC de forma anual. Para participar en las primeras no se exigen grandes requisitos, dando así la oportunidad de participar a todos aquellos que tiene un buen nivel de esquí. Sin embargo, para acceder a un Campeonato nacional es preciso cumplir unos requisitos más estrictos y haberse clasificado a través de las competiciones previas.

El guía, única particularidad

El esquiador ciego o con deficiencia visual no es diferente a otro esquiador. La única particularidad es que presenta una deficiencia sensorial y, por ello, debe ir acompañado de un guía, que se convierte en una figura imprescindible.

El guía siempre va delante del esquiador con discapacidad visual y suele utilizar un intercomunicador inalámbrico, en el caso de tener resto visual,  para que el esquiador siga su voz e instrucciones. Cuando se trata de esquiadores ciegos totales, el guía porta un megáfono a la espalda, para que pueda ser seguido por el corredor.

Al igual que en otros deportes, las personas ciegas (categoría B1), las que tiene bajo resto visual (B2) y aquellas que poseen un gran resto visual (B3) compiten en una misma categoría con la diferencia de que se aplica un coeficiente corrector al tiempo real conseguido, según la categoría.

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