El rugby en silla de ruedas, incluido entre los deportes de la FEDDF

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Rugby en silla de ruedasComité Paralímpico Español – La Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF) aprobó el pasado 23 de diciembre la incorporación de una nueva modalidad deportiva paralímpica, el rugby en silla de ruedas, que ya se practica en cerca de 40 países alrededor del mundo y que forma parte del programa de los Juegos desde Sidney 2000. Con esta medida, se pretende potenciar la práctica en España de una disciplina mixta practicada por deportistas con gran discapacidad. 

El rugby en silla de ruedas, que en España ya cuenta con equipos en Madrid y Cataluña, combina elementos del rugby, el baloncesto en silla de ruedas y el balonmano. Cada partido enfrenta a dos conjuntos mixtos de cuatro jugadores que deben llevar la pelota –similar a las utilizadas en voleibol- hasta la línea de gol del rival.

La cancha utilizada es la misma que en el baloncesto, bajo techo y con suelo de madera, preferiblemente. Los deportistas compiten en sillas de ruedas manuales diseñadas específicamente para esta modalidad. El contacto entre ellas está permitido y, de hecho, es una parte fundamental del juego el utilizar la silla de ruedas para bloquear al oponente.

Para poder participar en este deporte, los jugadores deben tener una discapacidad que les afecte a los brazos y las piernas. La mayoría de ellos tienen lesiones en la médula espinal con parálisis completa o parcial de las piernas y parálisis parcial de los brazos. También pueden participar personas con otras discapacidades, como parálisis cerebral, distrofia muscular, amputaciones, poliomielitis y otras enfermedades neurológicas.

A los jugadores se les asigna una clasificación deportiva en función de su grado de discapacidad, y se le engloba en una de las siete clases que van desde los 0.5 hasta los 3,5 puntos. Los equipos deben alinear jugadores con diferentes habilidades funcionales, de forma que la suma de los puntos de clasificación de los deportistas en pista sea inferior a 8. Además, por cada jugadora en la cancha a los equipos se les permite un extra de 0,5 puntos.

El origen de este deporte se remonta al año 1977 en Winnipeg (Canadá), cuando un grupo de atletas tetrapléjicos buscaba una alternativa al baloncesto en silla de ruedas para personas con menor funcionalidad en brazos y piernas. A principios de los años 80, esta nueva disciplina se extendió por los Estados Unidos y, poco más tarde, a Gran Bretaña.

En 1993, ya con 15 países practicándolo activamente, se creó la Federación Internacional de Rugby en Silla de Ruedas (IWRF). Un año más tarde, fue reconocido como deporte paralímpico por el Comité Paralímpico Internacional y, en 1995, se disputó el primer Campeonato del Mundo en Notwill (Suiza) con ocho selecciones participantes. En los Juegos de Atlanta 1996 fue incluido como deporte de exhibición, con seis equipos clasificados, y en Sidney 2000 ya entró plenamente en el programa paralímpico.

A día de hoy, son 26 los países que compiten a nivel internacional en este deporte, catorce en Europa, seis en América y otros seis en Asia y Oceanía. Además, otras diez naciones están desarrollando programas de desarrollo dentro de sus territorios. El próximo Campeonato del Mundo se celebrará en Odense (Dinamarca), en agosto de 2014.

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