Siempre hay otra oportunidad

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  • Eva era triatleta antes del accidente de bici que la dejó parapléjica
  • Afronta la rehabilitación en el Hospital de Toledo con la ilusión de volver a competir

marca.com – Su sonrisa y vitalidad alegran la sala de rehabilitación del Hospital de Parapléjicos de Toledo. Lleva poco más de dos meses aquí, pero Eva se ha ganado el cariño y la admiración de todos. «Siempre ha sido una luchadora», dice Rosario, su madre, que desde el accidente no ha faltado ni un solo día al hospital para estar con ella. «Desde el primer momento era Eva la que daba ánimos a todo el mundo. El gimnasio del hospital lo abren a las 9 y le van a tener que dar la llave porque es la primera que está aquí y se queda hasta las 14.00 horas dando caña al cuerpo», asegura.

ROSARIO, MADRE DE EVA
«Desde el primer momento era Eva la que daba ánimos a todo el mundo»
Esta madrileña, que de pequeña hizo ballet, después atletismo y desde hace dos años practicaba el triatlón con el club Tri-Val de Valdemoro, volvió a nacer el pasado 29 de septiembre. «Me apunté a una ruta cicloturista por la sierra de Madrid. Era un día normal, lo que pasa es que empezó a llover y bajando el puerto de la Morcuera se me fue un poco la bici. Me di contra un quitamiedos, salté por un barranco y paré el golpe con la espalda», relata sin perder la sonrisa.

Siete metros de caída le dejaron como secuela una lesión medular. «Fui plenamente consciente de la gravedad porque cuando me toqué las piernas no las sentía», explica. De allí fue evacuada al Hospital 12 de Octubre de Madrid donde le informaron nada más llegar que se iba a quedar en silla de ruedas. «Lo sé, pero ¿cómo están mis padres?», respondió. «Me daba muchísimo miedo cómo se lo habrían tomado», recuerda.

EVA MORAL
«Fui plenamente consciente de la gravedad porque cuando me toqué las piernas no las sentía»
Reconstruir su vida

Estuvo 20 días en la UVI y 15 más ingresada y tras recibir el alta fue trasladada al Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde permanecerá unos seis meses. Las mañanas las dedica a la rehabilitación. «En su caso, al ser una lesión dorsal baja, potenciamos el tronco y los miembros superiores. Ahora ya está poniéndose de pie con los bitutores», cuenta Fernando López, uno de los fisioterapeutas del hospital.

Por las tardes, le enseñan a manejar con destreza la silla de ruedas y después practica deporte, aunque estos días tiene una escara y el médico se lo tiene prohibido. Eva tuerce el gesto porque si hay algo que le guste es precisamente la actividad deportiva.

«Si no hubiese sido porque me gusta tanto el deporte lo hubiese llevado psicológicamente peor. Es verdad que de repente te planteas : ‘¿Y ahora qué?’ No voy a poder llevar mi vida de antes, no puedo estar 13 horas fuera de mi casa trabajando… Para vestirme, para ducharme o para todo lo que en la vida diaria tardas cinco minutos, ahora tardo mogollón. Me lo tengo que tomar con más calma», dice.

EVA MORAL
«Si no hubiese sido porque me gusta tanto el deporte lo hubiese llevado psicológicamente peor»
Reconoce que ha tenido «muchos días de bajón. Las piernas al principio no me las podía ni tocar porque me daba hasta grima, y ahora ya las tengo aceptadas. Supongo que es normal y humano. Regalé todas mis bicis porque no quería ni verlas cuando saliera del hospital. Pero luego empiezas a pensar que estás viva, porque me podía haber matado en esa curva, y que voy a poder seguir haciendo el deporte que me gustaba, el triatlón. Voy a poder nadar, montar en bici y correr, aunque ahora sobre ruedas», explica.

Triatlón con Chema Martínez
Lloró como una niña cuando se subió a la handbike y dio su primera vuelta. «Ahora quiero nadar. Es con lo que más sueño, con la piscina», afirma. Su ilusión es volver a disputar un triatlón. Chema Martínez se comprometió a hacer el primero con ella. Será en octubre, en la Casa de Campo. «Y a largo plazo, poder ir a unos Juegos Paralímpicos», comenta. «El Comité Paralímpico se ha puesto en contacto conmigo porque sabía que quería seguir haciendo deporte, pero primero tengo que rehabilitarme», asume.

El triatlón formará parte del programa paralímpico por primera vez en los Juegos de Río de Janeiro de 2016 y se empieza a puntuar desde este año.

«Mi sueño a corto plazo es disputar un triatlón y a largo, ir a unos Juegos Paralímpicos»
El mundo del deporte, en especial el del triatlón, se ha volcado con ella. Además de la visita de Javier Gómez Noya, Eva habla todos los días con los paratriatletas Francesc Solá y Rafael Botello. «Les pregunto todas mis dudas. Se portan genial conmigo. Y también Gustavo Molina. El deporte une a las personas. Somos un grupo de locos que al final tenemos un denominador común», dice riendo.

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