Remontada sin premio final

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Servigest Burgos. No pudo empezar Servigest con victoria la fase por la permanencia, ya que regaló completamente la primera parte del partido al Amivel, que jugó a placer esos minutos, sin prácticamente oposición local, aprovechándose de las facilidades, especialmente en defensa, que los burgaleses les brindaban. La segunda parte fue totalmente diferente, pero la diferencia en el marcador ya era demasiado alta para que los de César Huarte la pudieran enjugar, aunque estuvieron muy cerca, ofreciendo un magnífico espectáculo a una encendida afición que poblaba las gradas.

 El inicio del partido fue demoledor para los intereses del Servigest, que era consciente de que se jugaba mucho en el envite. Y, probablemente, eso atenazó en exceso a sus jugadores, que sólo fueran capaces de anotar una canasta en los cinco primeros minutos. Y lo que es peor, para entonces ya eran trece los puntos que habían conseguido los malagueños. Estos dominaban todas las facetas del juego, y además de impedir que los locales tuvieran buenas opciones de tiro a canasta, anotaban con extremada facilidad, casi siempre sin ninguna oposición. No pintaban bien las cosas, y ni los tiempos muertos ni los cambios le daban ningún resultado al entrenador local. Poco a poco la diferencia en el marcador aumentaba, y el 18 a 41 con el que los jugadores se fueron al descanso no permitía adivinar  la  fantástica segunda parte que el Servigest brindó a su afición.

 De repente, todo cambió. César Huarte introdujo varios cambios en su quinteto,  y pasó a jugar con tres grandes, apareciendo Alvaro y Cruz en la pista por primera vez en el partido. Y el equipo se transformó totalmente. Los cinco en pista endurecieron muchísimo su defensa y  Amivel ya no volvió a anotar una canasta fácil en todo el partido. En ataque, se consiguieron varios contrataques, el juego ya no era, para nada, encorsetado por la defensa rival, sino que el balón se movía con fluidez y los porcentajes de tiro burgaleses subieron espectacularmente. Y el equipo dio una auténtica lección de orgullo, con un banquillo que casi se metía a la pista para ayudar y animar a sus compañeros. A pesar de que 23 puntos de diferencia son muchísimos en este deporte, se transmitía a la grada que se creía en la remontada. Y la grada respondía con sus gritos de ánimo, que daban aún más fuerzas a los jugadores, y aturdían a los andaluces, que no parecían creerse lo que les estaba pasando. La diferencia se fue recortando poco a poco, y a falta de ocho minutos, un triple de Jorge Iglesias ponía a ocho puntos al Servigest, por lo que todo parecía posible. Todavía a falta de dos minutos los locales tenía balón para bajar de los siete puntos la diferencia. Pero no se pudo completar esa remontada. El equipo andaluz es un conjunto veterano, que tuvo las  fuerzas justas para parar las acometidas burgalesas en los últimos minutos, dejando la diferencia final en 10 puntos, que pueden resultar importantísimos para ellos en el desenlace final de la liga.

 Con unas sensaciones tan completamente opuestas a lo largo del partido, Servigest debe ahora centrarse en seguir el camino de la segunda parte. No había demostrado ese nivel conjunto en toda la temporada, y jugando con ese compromiso y esa fe, nada está perdido todavía.

 Servigest viajará el próximo sábado a Vitoria, en un duelo en el que uno de los dos equipos conseguirá su primera victoria de la temporada.

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