El deporte universal

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El parque José Antonio Labordeta de Zaragoza se convierte en un polideportivo improvisado al aire libre para dar cabida a más de 400 alumnos que han participado en la campaña ‘Deporte Adaptado: ¿Lo conoces?’

Un grupo de alumnos zaragozanos juega al baloncesto con las sillas del CAI Deporte Adaptado.. .S. I. B.heraldo.es – Un niño recibe el balón. Vacila y avanza por la cancha a toda velocidad. Intenta botar, aunque centrado en empujar las dos ruedas de su silla, prefiere resguardar la pelota entre sus piernas, ahora fuera de juego. Lanza a canasta, el tiro se queda corto. Se lamenta, pero con la misma sonrisa con la que comenzó el juego desata el arnés que le une a la silla y se levanta. Le toca a otro compañero.

El baloncesto fue este viernes el deporte rey del primer día de convivencia con motivo del fin de la campaña educativa ‘Deporte Adaptado: ¿Lo conoces?’, que la asociación CAI Deporte Adaptado imparte desde hace 10 años en más de 45 centros educativos de Aragón.

«Lo más importante es que los niños aprendan, ya desde pequeños, que antes de ser un minusválido, somos una persona, igual que ellos; y que no hay que fijarse en las dificultades de cada uno, sino en sus capacidades», explica María Luisa García, presidenta de la asociación.

En la jornada del viernes, que se celebró en el parque José Antonio Labordeta de Zaragoza durante toda la mañana –con almuerzo incluido gracias a la colaboración desinteresada de varias empresas–, participaron unos 400 niños de primero, quinto y sexto de primaria, «pertenecientes a algunos de los colegios en los que hemos estado», dice García. En concreto del CEIP Espartidero, el Jerónimo Zurita, el José Antonio Labordeta, el Ramón Sainz de Varanda y el Fernando el Católico.

«Esta es la primera vez que nos juntamos todos, y está siendo una gran experiencia –explica la presidenta, mientras un grupo de alumnas comienza a preguntar por la pequeña scooter que tiene a su lado. «Tienen curiosidad, es normal. Lo más importante de todo esto es la naturalidad. Nos aceptamos, nos entendemos y nos divertimos. Y a la vez los niños aprenden», concluye María Luisa.

La igualdad fue el viernes un término ya desfasado, y era la naturalidad la que se hacía eco del deporte, más que adaptado, universal. Durante toda la mañana, los más pequeños, acompañados por sus profesores de educación física y mimados por los casi 60 voluntarios de la asociación, pudieron disfrutar de hasta once modalidades deportivas. Baloncesto, balonmano, yoga, ultimate (al que se juega con un frisbi), balón prisionero, hockey, rugby, juegos tradicionales, tenis…

«Al principio les da miedo, y luego no se bajarían de la silla», explica Kevin Roche, uno de los jugadores del CAI DA, en primera categoría del baloncesto nacional. «Les enseñas algunos trucos, como girar con la cadera, usar las ruedas pequeñas para no desequilibrarse… y flipan», resume Walter de Horta.

«Lo del ‘pobrecito’, afortunadamente lo dejamos atrás hace mucho tiempo. Estos chavales son más avispados que otros mucho más mayores, y más respetuosos», asegura el escatronero Carlos Pina, un referente a nivel nacional en el tenis adaptado y actual número 4 del ranquin español. «Ellos tienen una facilidad innata, que es saber disfrutar del momento –afirma Pina–; y ahora es el momento de que empiecen a hacer deporte y a formarse como personas».

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