El valenciano emprende la aventura para perfeccionar su inglés y dar a conocer su historia de superación al otro lado del Atlántico
David Casinos celebrando su título europeo en la prueba de Lanzamiento de Disco F11 El atleta entrenará tres meses en una universidad americana
Moisés Rodríguez/lasprovincias.es. David Casinos hace las américas. El lanzador adaptado valenciano ultima su maleta y el martes se marchará a Estados Unidos. El atleta quiere dar un paso más. Ya no se contenta con destrozar todos los registros cada vez que gana un campeonato. Mira al futuro, cuando abandone la competición, al menos después de los Juegos de Río en 2016. Para ello, deja todo en Valencia para perfeccionar su inglés y exportar su historia de superación al otro lado del charco.
Va a pasar tres meses en la universidad Uno, en el condado de Luisiana. «Aunque en Estados Unidos hay muchas historias de superación, no conocen la mía. Creo que puede ser una experiencia importante, pero ellos también tienen cosas que aprender de mí», comentaba ayer Casinos, que admite estar nervioso ante la experiencia. No es para menos. El valenciano embarca armado sólo de un bastón blanco. Ni Ximena ni Celia, los ojos que ven por él.
Casinos quedó prácticamente ciego por una enfermedad. Desde hace años viene siendo un ejemplo de superación. Sin embargo, ahora da un paso más. Para él es un mundo partir hacia una nueva aventura sin su perra guía y sin su mujer.
«Ximena está jubilada», comenta Casinos sobre el can. Cuando regrese de Estados Unidos tendrá otro, ya lo ha gestionado con la ONCE: «Pero Ximena se quedará en casa». En Valencia también se quedan su hija, Cayetana, y su mujer, Celia: «Ella me acompaña en todas las competiciones, la voy a echar de menos».
El primer objetivo en EEUU es ineludible: entrenar cada día. «Eso hay que hacerlo sí o sí. Entramos en un año en que nos jugamos muchas cosas». Justo dentro de 12 meses, Casinos afronta el Mundial de Qatar. Allí compite por todo lo que lleva construyendo durante estos años: «Hay que lograr resultados para mantener la beca, pero también la mínima para estar en Río de Janeiro».
Pero el verdadero objetivo del viaje transatlántico es prepararse para el día después de que se apague el pebetero brasileño. David Casinos no deja de dar pistas, de insinuar que tiene decidida su retirada tras los Juegos. «Llevo muchos años compitiendo y me tengo que empezar a buscar la vida. Quiero aprender inglés y exportar mi imagen. Allí haré lo mismo que llevo haciendo en Valencia: contar mi historia sobre la adversidad cuando perdí la visión, pero también con las lesiones. Que hay que levantarse, porque un fracaso no es el fin del mundo».
Y precisamente a Casinos le salió esta oportunidad cuando estaba relatando por enésima vez su experiencia. En una conferencia. Le estaba escuchando Gonzalo Corrales, responsable de AGM Sports en España. Esta firma recluta deportistas y los lleva a universidades estadounidenses. También le ayudó Ángel Sanz, de FELC.
«Ellos me han ayudado a conseguir los contactos y todo lo necesario para poder estar allí», indica. El atleta valenciano sabe que se va para tres meses y luego volverá a su vida: «Es complicado quedarse más porque hay que tener visado». Su nueva aventura empieza el martes.
