Un regreso Mundial

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    Jon, Miguel y Gabriel guardan un gran recuerdo de los Juegos de Vancouver 2010 Son los únicos ‘supervivientes’ del equipo español

    Jon Santacana, Gabriel Gorce y Miguel Galindo en Canadá.Marca.com – Canadá es un país especial para Jon Santacana, Miguel Galindo y Gabriel Gorce. Hace cinco años se celebraban en Vancouver los Juegos Paralímpicos de Invierno, una cita en la que los dos primeros se proclamaron campeones en descenso y subcampeones en eslalon y eslalon gigante, y en los que Gabriel hacía su debut en una cita paralímpica.

    MIGUEL GALINDO

    «Los Juegos de Vancouver fueron un punto de inflexión en nuestra carrera»

    Mañana los tres debutan en el Mundial de esquí alpino paralímpico que se celebra en las pistas de Panorama (Canadá) hasta el día 10. Participarán en cinco pruebas: descenso, eslalon gigante, supercombinada, supergigante y eslalon. No es el mismo escenario, pero es una tierra que les trae buenos recuerdos. «En Canadá ganamos la primera medalla juntos en unos Juegos tras la situación tan complicada que vivimos en Turín con la lesión de Jon y fueron unos Juegos muy especiales. Seguramente resultó uno de los puntos de inflexión en positivo de nuestra carrera», dice Miguel desde Panorama.

    «Siempre nos ha ido bien aquí. Además, es un país que nos ha traído suerte y casi siempre las condiciones de pista han estado muy bien y eso nos favorece. Espero que en el Mundial pase lo mismo que en otras ocasiones y podamos estar a nuestro mejor nivel», añade.

    Un temporada diferente

    Esta vez llegan con más entrenamientos que en temporadas anteriores pero con menos competición en sus piernas. Cambios en la Federación y un recorte en el presupuesto tuvieron como consecuencia que la temporada empezase en noviembre y no en septiembre, como siempre.

    Antes del Mundial han estado concentrados en el CAR de Sierra Nevada tres veces. Pero tan sólo han competido en dos descensos y una supercombinada en las pruebas de Copa de América celebradas hace unos días en Kimberly (Canadá). Ambos reconocen que notaron la falta de ritmo de competición. «Nos han metido bastantes palos. No íbamos al cien por cien, pero hemos comprobado que equipos potentes como Eslovaquia y Rusia han estado preparándose y la competitividad es muy alta. Nos ha servido como rodaje de velocidad, puesta en marcha de la máquina y toma de contacto con la competición», explica Jon Santacana.

    JON SANTACANA

    «Es difícil vivir del deporte paralímpico pero aún lo es más estar al nivel de unos Juegos»

    Quizás no lleguen en su mejor momento, pero esta pareja española está acostumbrada a crecerse en los momentos importantes. «Cuando eres un deportista exigente y competitivo siempre quieres más, quieres ganar, estar arriba del todo. Nos sentimos cómodos en esta situación y es verdad que nos crecemos en los grandes eventos. Hay gente a la que le puede superar la presión, pero nosotros nunca hemos sentido esa presión y, de hecho, disfrutamos al máximo siempre de la competición. Esa es la clave», reconoce Miguel. Basta recordar los últimos Juegos, los de Sochi (Rusia), el año pasado. Llegaron sin apenas entrenamientos ni competición porque Jon había sufrido seis meses antes una lesión en el tendón de Aquiles y tuvo que pasar por quirófano, pero aun así conquistaron un oro y una plata.

    Objetivo, la medalla

    «El objetivo no puede ser otro que no sea conseguir medalla y, a ser posible, ganar alguna de las carreras. Lo que no tenemos muy claro es el momento en el que llegamos porque al no haber competido, no tenemos referencias con el resto de rivales. Los test de Kimberly nos han servido mucho y cada vez estamos afinando más», explica Miguel.

    Jon cree que, de las cinco pruebas que van a disputar, donde tienen más opciones de hacer podio es en descenso, disciplina en la que son ddobles campeones paralímpicos y vigentes campeones mundiales. Pero tampoco descarta el gigante.

    Jon y Miguel llevan siendo la pareja española referente del circuito durante años, pero desde los Juegos de Sochi Gabriel Gorce y Arnau Ferrer han dado un importante salto de calidad y llegan a este Mundial en el mejor momento de forma de su carrera.

    El mejor Gabriel

    «Si me remonto a hace cinco años, a los Juegos de Vancouver, es verdad que cada año ha sido mejor que el anterior. Sí que llegamos en el mejor momento. Podemos hacer buenos resultados y creemos que el Mundial es un poco para nosotros», reconoce Gabriel.

    El esquiador madrileño, cuya discapacidad visual es de nacimiento por un glaucoma, empezó a esquiar cuando tenía 10 años. Ha tenido 10 guías en 14 temporadas, pero ha sido con Arnau con el que ha encontrado su mejor versión en las pistas. «El bronce en los Juegos de Sochi nos ha dado más confianza. Ya estamos en tiempos de los buenos y creemos que podremos hacer un buen papel. Iremos al cien por cien en todas las disciplinas porque sabemos que podemos estar ahí arriba», dice desde Panorama.

    Gabriel Gorce

    «Podemos hacer buenos resultados, este Mundial es para nosotros»

    De hecho en los test de Kimberly acabaron muy satisfechos. Terminaron entre los tres primeros en todas las pruebas. En las pistas se notó el esfuerzo personal y económico que habían hecho desde septiembre.

    Querían preparar lo mejor posible el Mundial, por eso decidieron completar por su cuenta la preparación que les ofrecía el equipo español. «Como después de los Juegos de Sochi no había tanto presupuesto como otros años, Arnau y yo buscamos alternativas poniendo dinero de nuestro bolsillo. Empezamos la preparación en septiembre con salidas a Austria, en noviembre a Francia y en diciembre estuvimos en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada con el resto del equipo. Después empezamos a hacer entrenamiento en carrera en unas pruebas de Copa de Europa en Austria y en enero, en la Copa del Mundo de La Molina», explica Gabriel.

    Sólo pararon por una infección en el pie, que le tuvo casi un mes parado. En febrero volvió a ponerse las botas y a entrenar por libre. El Gabriel que regresa a Canadá poco tiene que ver con el esquiador inexperto que debutaba en unos Juegos hace cinco años sobre las pistas de Whistler. Entonces le podían las ganas y la ilusión.

    Hoy es un competidor nato que confía en sus posibilidades y que sueña con hacer algo grande. «Mi recuerdo de aquellos Juegos es muy bonito porque fueron los primeros, aunque la actuación no fue tan buena como esperaba. Pero bueno, no es la misma pista ni la misma estación. Tengo muchísimas más ganas porque tengo más experiencia encima», reconoce.
    Y mientras se prepara para triunfar en el esquí, Gabi estudia la carrera de Creación y Producción de música comercial. «Llegaré lejos ahí también», dice. «Querer llegar lejos es el motor de mi vida, tanto en el esquí como en la música, mis dos pasiones».

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