Gema Hassen-Bey, esgrimista paralímpica y pionera en la montaña

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EFE – Los brazos de la esgrimista paralímpica Gema Hassen-Bey completaron a las 22.10 horas del pasado miércoles su primer gran desafío de fuerza: brindar a la cima del madrileño Monte Abantos la espada con la que disputó cinco Juegos tras una ascensión de trece kilómetros sobre una ‘hand-bike’.

Con el inconveniente de que el diseño del prototipo es masculino -su tamaño y peso es mayor del que sería adecuado para Gema, a quien una de las piezas oprime el pecho- y está pensado para hacer descenso, la deportista madrileña culminó su primer gran reto tras un esfuerzo prolongado de doce horas.

Lo hizo ataviada con la camiseta de la selección española femenina de fútbol y, con un hipopótamo como amuleto, dedicó su primer gran triunfo a «todos los que lo pasan mal». «Se puede soñar en grande», aseguró con la voz entrecortada por la fatiga acumulada durante las tres etapas en las que dividió el recorrido.

Un accidente obligó a Gema Hassen-Bey a afrontar desde una silla de ruedas una nueva perspectiva. «Llevo en crisis toda la vida», subrayó, inseparable de su sonrisa, tras haber exhibido la fortaleza física y mental que la guían en el ambicioso reto de ser la primera mujer capaz de coronar el techo de África en sus circunstancias.

«Cada día tenemos un pequeño Kilimanjaro», denunció desde la cumbre del Monte Abantos una deportista que fue capaz de superar todos los obstáculos planteados por un terreno rocoso y que a menudo le obligó a corregir su trayectoria hasta obtener la preciada fotografía junto a la cruz que marcaba la cima.

«Este evento tiene que ser un reto social y humanitario. Aquí hay mucho en juego», comentó Hassen-Bey. «Si yo me empeño en subir y se desarrolla una silla, va a ayudar a mucha gente. Por eso lo hago. A veces hay que hacer cosas grandes para recalcar las cosas pequeñas, que son las importantes», apuntó entre los vítores de las cuarenta personas que la acompañaron hacia la conquista de la cumbre.

Gema Hassen-Bey es, según su entrenadora mental Toñi Martos, «una chica testaruda, con muchos valores, capacidades y habilidades».

«No todo el mundo puede llegar a plantearse ciertos objetivos y llevarlos a cabo pero para ella no existen imposibles. Si no hay límites para bajar a comprar el pan, no hay límites para subir una montaña o para hacer aquello que quieras convertir en realidad», recalcó en declaraciones a EFE.

Coronado el Monte Abantos (1.753 metros), Gema Hassen-Bey continuará su preparación para la conquista del Kilimanjaro (5.895 metros) con «entrenamientos en hipoxia, en cámaras hipobáricas donde la concentración de oxígeno es menor que en condiciones normales», adelantó su preparador personal Miguel Ketel.

Él y el profesor de la Universidad Europea de Madrid Vicente Clemente fueron los encargados, respectivamente, de guiar a Gema Hassen-Bey durante la ascensión y de analizar «tanto los parámetros fisiológicos como psicológicos».

«Le sacamos sangre para medir los valores de lactato y de glucosa. También medimos la fuerza que tiene en las manos, por si va disminuyendo con la fatiga, su capacidad respiratoria y la saturación de oxígeno. En el Kilimanjaro estará casi a 6.000 metros y queremos ir viendo cómo se va adaptando su organismo a las diferentes cotas de altura», explicó Clemente a EFE.

El investigador aseguró que el estudio supondrá «un hito a nivel académico, ya que ninguna chica había hecho lo que Gema antes». «Será un punto de referencia ya que estos datos son novedosos aunque más que una prueba deportiva estamos hablado de un reto personal. Permitirá demostrar a todo el mundo que si tú quieres, se pueden subir muchas montañas», abundó.

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