Familia vence la perlesía cerebral a través del deporte

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Participa en tríalos alrededor de la Isla motivados por la sonrisa de su hija

Familia (horizontal-x3)elnuevodia.com – La perlesía cerebral nunca ha sido un obstáculo para la familia Irizarry Velázquez. Los 32 eventos deportivos que completaron en el 2014, incluyendo tres tríalos y una ruta de 300 millas en bicicleta, son ejemplo del temple y la determinación de unos padres enfocados en darle calidad de vida a su hija y en el camino brindarle libertad.

Esa libertad que produce no dejar que un diagnóstico defina la vida. Libertad de no mantenerla confinada entre cuatro paredes en una cama de posiciones o una silla de ruedas mientras la vida transcurre.

En ese andar han logrado fortalecer su familia, residente en Caguas, y convertirse en ejemplo para atletas, pero sobre todo, para padres de niños con condiciones especiales.

Caroline Irizarry Velázquez, de 24 años, nació a las 27 semanas de gestación, cuando sus pulmones no estaban desarrollados y sufrió un derrame cerebral que le causó daño severo, recuerda su mamá, Rebecca Velázquez. El diagnóstico final fue perlesía cerebral, una condición que le impidió desarrollar el habla y por la cual tampoco camina.

El momento fue muy doloroso para los padres primerizos, que además del diagnóstico de Caroline, enfrentaron la muerte del gemelo de la recién nacida.

“Perdimos al hermanito al cuarto día. Eso fue bien fuerte. Cuando el médico nos dice no sabemos cómo ella va a vivir. Le dije a Rebecca ‘Si ella no camina vamos a caminar por ella, sino ve, vamos a ver por ella’. Vamos pa’lante y hasta el día de hoy así lo hemos hecho”, relató emocionado hasta las lágrimas Santiago Irizarry, el padre de la familia.

La travesía no ha sido fácil. En ella han enfrentado 14 cirugías y Caroline ha estado al borde de la muerte, pero esto no los ha detenido. Y cada día que pasa su filosofía de vida se hace más fuerte.

“No hay limitaciones. Las limitaciones están en la mente”, puntualizó Santiago.

“Nunca la hemos limitado a nada desde que nació. Nunca pensamos que tenía una condición. Ella ha corrido caballo, se ha montado en un kayak, no la limitamos. Si ella no entra, nosotros no entramos”, continuó.

Inicio de la aventura

En el 2013, al Caroline terminar su educación, Santiago decidió que no era justo ni para ella ni para su esposa permanecer en la casa todo el día. Por eso recurrió a una actividad que le era completamente conocida: el deporte. Atleta de toda la vida decidió que podía integrar a Caroline en sus carreras pedestres.

“Todo comenzó con un sueño, una idea de Santiago. Estuvo horas dibujando cómo adaptar una silla de ruedas de Caroline que ya habíamos descartado para él poder salir a correr con ella. Comenzamos haciendo 5K, después 10K, medio maratones y por ahí seguimos. Ahora si no hacemos un evento nos da cargo de conciencia”, relató Rebecca.

Y es que la vida de esta familia ha cambiado radicalmente desde el primer evento que realizaron.

«Cuando comenzamos el propósito era terminar el evento. Ya el nivel de entrenamiento es igual de serio que el de cualquier otro atleta. Y además tenemos la satisfacción de que lo hicimos con ella. Ella nos motivó”, dijo el ciclista.

El Team Caroline, compuesto por Santiago, Rebecca, su hijo Santiago Andrés y la propia Caroline, ya es reconocido en el circuito de tríalos de la Isla. Han participado en los eventos de tríalo de Rincón, San Juan y Dorado.

Para el evento, Santiago Andrés, de 15 años, ejecuta la parte de la natación llevando a Caroline en una balsa. El padre se encarga de pedalear utilizando un modelo adaptado con una silla desde donde la niña tiene “primera fila” para ver todo lo que ocurre a su alrededor. Mientras, la madre completa la carrera pedestre impulsando a Caroline en una silla de ruedas.

“En las competencias salgo a nadar como cualquier triatleta cada vez que salgo al agua. La diferencia es que los demás solo se concentran en lo que están haciendo; yo me tengo que concentrar en mi natación, pero también cada par de segundos veo que mi hermana esté bien”, contó el más pequeño de la familia sobre su aportación al Team Caroline.

El reto mayor fue para Rebecca, quien previo al 2013 nunca había corrido.

“Empecé como todas: caminando, después trotando, y luego corriendo al paso, al paso”, dijo la mujer, quien en su más reciente mediomaratón terminó con tiempo de 2h:15, excelente marca para una corredora recreativa, sobretodo, tomando en consideración que va empujando a Caroline.

En el mundo deportivo han constatado la bondad y solidaridad de la gente.

“Cuando hicimos nuestro primer tríalo, no hicimos la parte de la bicicleta. Cuando terminamos un grupo se nos acercó y nos preguntó que porqué. Cuando le dijimos que no teníamos una bicicleta adaptada para Caroline nos dijeron ‘no se preocupen que vamos  a hacer una corrida para ayudarlos’”, recordó la madre sobre el grupo llamado las 100 Millas de Monteclaro.

Como ese acto de solidaridad han sido muchos los que han recibido. Santiago recuerda que en una corrida de las 300 millas en bicicleta, un policía en una motora lo ayudó a subir la cuesta de la antigua petroquímica Corco en Peñuelas.

“Él maniobró para controlar la motora con una mano y con la otra darme apoyo a mí”, recordó.

Establecimientos como I-Bike de Caguas y PMS de San Lorenzo se han unido a la familia y los han ayudado a adaptar y perfeccionar sus equipos.

Pero los Irizarry Velázquez también han iluminado el camino de otros.

“Mucha gente nos dice gracias por el ejemplo. Pensé que no iba a terminar y verlos a ustedes me dio el empuje final”, manifestó orgulloso el padre de Caroline.

La felicidad de Caroline

Las 125 libras que pesa Caroline y el peso adicional que representan la balsa y las sillas utilizadas en cada evento recrudecenel esfuerzo y sacrificio físico natural que implican una prueba deportiva como un tríalo. Sin embargo, los Irizarry Velázquez se someten a la prueba sin pensarlo dos veces y es que, con su sudor, llenan de alegría a la nena de la casa.

“Nuestra hija se lo disfruta muchísimo. Ella no habla, pero se ríe. Se lo notamos en su expresión. Cuando vamos en la bici ella estira el brazo tratando de alcanzar a los demás atletas y cuando vamos en la pedestre alza los brazos”, aseguró Irizarry.

“Es una satisfacción bien grande. Nos preparamos para eso y cuando al final nos ponen nuestra medalla es tremenda satisfacción”, agregó Velázquez.

Tan en serio se han tomado su tiempo como triatletas que su meta para el 2016 es completar el IronMan 70.3 de Puerto Rico (1.2 millas de nado, 53 millas en bicicleta y 13.1 millas corriendo).

A estos atletas les gustaría que más padres de niños con necesidades especiales participaran en actividades deportivas en la búsqueda de calidad de vida para ellos y sus retoños.

“Queremos motivar a los papás que tienen niños con condiciones especiales, que vean que se puede. Que no dejen a sus niños en sus casas. Que vean que todo se puede. Ellos no tienen que correr pero los pueden sacar a pasear. Y que vean que se puede vivir, que no se rindan porque lo que tienen (niño) es una bendición”, subrayó Santiago.

Esa bendición la han vivido en carne propia: en cierto momento pensaron que tendrían que armar la vida de Caroline, sin saber que sería su hija la que pondría en su lugar todas las piezas en el rompecabezas que es su familia.

“Caroline ha ensamblado nuestras vidas. Ha sido algo de lo que todos hemos aprendido, aprendimos a luchar. El no se puede no está en su actitud”, sentenció el orgullo padre.

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