Para jugar al ajedrez no se necesitan los cinco sentidos: Jaque Mate a las Barreras

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    Es el con mayor aceptación entre las personas con discapacidad visual por su facilidad para practicarlo de forma integrada con aquellos que no la tienen.

    • Ajedrez para ciegosEl ajedrez para ciegos tiene casi las mismas reglas que el de los videntes: los ciegos necesitan algunas adaptaciones en el material de .
    • David Zanoletty, experto: “El ajedrez es el único deporte donde puede haber un campeón del mundo absoluto que sea ciego”.

    torrentesdeinformacion. 890m.com – Apenas ven, ni falta que hace. No para jugar al ajedrez. El que piense que para jugar a este deporte se necesitan los cinco sentidos es que no ha oído hablar del ajedrez para ciegos.

    El ajedrez se ha convertido en el rey entre las personas con discapacidad visual por su “enorme carácter integrador” y porque favorece el desarrollo de los otros sentidos, como progresar en su capacidad mental y en el tacto. Hasta el de no solo aprender un deporte, sino practicarlo a alto nivel, en torneos locales e internacionales altamente competitivos, ya sean entre discapacitados o integrados (juegan también personas que no la tienen).

    “Durante muchos años, se ha llevado a cabo a través de la Federación Española de Ajedrez (FEDA) y de la ONCE un proceso de normalización. Hoy en , en España sucede algo muy alentador: en casi cualquier torneo al que vamos, nadie de los que allí hay se extraña de jugar contra un ciego. Todos conocen las normas y no existe ningún rechazo. Ese que al principio sí había. Pero hablo de hace más de 20 años”, comenta a 20minutos David Zanoletty, experto jugador de ajedrez para ciegos.

    Es más, el ajedrez “es el único deporte donde puede haber un campeón del mundo absoluto que sea ciego”. “En las reglas de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDA) se incorporó una norma que recoge que pueda jugar un torneo de la FIDA un jugador que sea ciego o que tenga discapacidad visual. Se especifica el procedimiento del tablero adaptado, del adaptado y que se cante la jugada”. Sin embargo, “parece imposible que una persona ciega pueda ser campeón del mundo”, aunque sea solo por una cuestión de probabilidades. “Pero, si se diera el caso de que apareciera un jugador excepcional, podría perfectamente jugar a ese nivel. Ese es el mejor síntoma de integración y de normalización de una actividad”, cree Zanoletty.

    ¿En España hay cantera? “Sí. Por suerte, somos una . No solo en el ajedrez de ciegos, en el que ha repetido medalla de bronce en las últimas olimpiadas y los campeonatos del mundo por , también en el absoluto, donde se ha metido en el grupo de los diez mejores”. Según David, estos resultados tan buenos son gracias a “la labor del sistema educativo. En España, desde hace unos 15 años este deporte se ha incorporado al programa de actividades extraescolares. eso ha ido de la de unas estructuras de clubes y federativas que han ayudado a competir a aquellos jugadores que destacan”.

    UN DEPORTE QUE ENGANCHA

    El ajedrez, además de ser un deporte, es una actividad para muchos “lúdica o de entretenimiento”. Hay quien incluso lo considera “arte”. Por eso, no es de extrañar que enganche a tanta gente. “Porque te puede atraer desde muchos puntos de vista: desde el científico-matemático; desde el meramente competitivo, en el que existen palabras como ‘riesgo’ o ‘peligro’ que, visto desde fuera, puede no llegarse a entender… El ajedrez tiene tantas facetas…”.

    Sin embargo, aunque se superan muchas barreras gracias al ajedrez, no es nada fácil ponerlo en práctica. Por ello, conviene “diferenciar el juego como o herramienta educativa del juego como competición”, señala David. “En cuanto a lo primero, no es difícil el aprendizaje. Ni de las piezas, ni del tablero, o las reglas… Se aprende jugando, poco a poco, no suele ser muy complejo, si se compara con otros de mesa o de cartas. Es muy fácil jugar y divertirse”.

    En cambio, “sí es más complejo una vez que te introduces en el juego de competición, en el que existen tres fases claramente diferenciadas: apertura (dadas las múltiples teorías con la apertura de una partida, para competir necesitas un mínimo de conocimientos porque si juegas con un rival que sí controla, entras a la siguiente fase perdido), el medio juego (hay técnicas de tácticas o estrategias que requieren mucho material de estudio. Hay que hacer mucho cálculo mental para poder calcular con mucha y precisión. Haciendo una similitud con el, tienes que hacer pesas mentales); y los finales”.

    Si las piezas —no las del tablero, en este caso— encajan, nos sale el perfecto jugador de ajedrez, que debe “tener y controlar el factor psíquico, que controle su tensión nerviosa es esencial”.

    Para todo eso, habrá que echarle muchas horas a esto del ajedrez. Y, en casi todos los casos a este nivel, sin ser profesionales. “La familia sabe cuánto nos gusta y que es nuestra pasión, así que no lo limitan, lo entienden generalmente. En mi caso, mi mujer y mi hija me animan a participar en torneos, incluso. Pero no siempre ocurre así”.

    Una vez puestos en materia, aquí también se producen los típicos piques entre jugadores. “Nos conocemos de muchos años, sabemos quiénes son más fuertes… Hay un estrés añadido, porque lo que tú sabes del otro, también lo sabe de ti. Pero vamos, son los piques normales de cualquier competición”, ríe el jugador. Al fin y al cabo, de eso se trata.

    LAS REGLAS APENAS CAMBIAN

    Como explica David, las reglas del ajedrez para ciegos apenas varían respecto al juego de las personas videntes, lo que da facilidad para ser practicado de forma integrada en las competiciones con personas sin discapacidad. “La pequeña excepción en las reglas que todos conocemos se da en la norma de ‘pieza tocada, pieza jugada’, que en el ajedrez para ciegos pasa a ser ‘pieza sacada de su casilla, pieza jugada’“, comenta el experto jugador.

    Para la práctica del ajedrez, los ciegos necesitan solo algunas adaptaciones en el material de juego:

    – El tablero tiene los cuadros negros ligeramente más altos que los blancos, para hacerlos diferenciables al tacto.

    – Las piezas negras llevan, en su parte superior, una protuberancia que las distingue de las blancas.

    – Cada casilla del tablero tiene un orificio en el centro. En él se insertan las piezas, que disponen, en su parte inferior, de un pequeño vástago. Mediante este sistema, las manos del jugador pueden tocar todas las piezas sin derribarlas.

    – Las partidas entre ajedrecistas ciegos se juegan en dos tableros; cada uno de los jugadores mueve las piezas en su tablero de modo que, al tocarlas, no moleste ni sea molestado por su contrario.

    – Los relojes disponen de un mecanismo de voz con auriculares para acceder al tiempo de juego.

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