Madeline Stuart y Will Lawrence, dos historias de vida que inspiran a romper barreras

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    En el Día Mundial del síndrome de Down, el repaso de dos casos alentadores
    4Infobae.com – Igualdad de oportunidades. Así de sencillo y –paradójicamente– así de difícil. Sin cabida a la discriminación en cualquiera de sus formas, la lucha contra el prejuicio hacia las personas con síndrome de Down sigue siendo un tema principal en las instituciones que trabajan sobre esta problemática.Sin embargo, algunas personas transgreden estos límites inexistentes y resultan ser fuente de inspiración para niños y adultos con esta condición. Madeline Stuart es el caso más emblemático de los últimos tiempos. Con sólo 18 años, la joven australiana nacida en Brisbane consiguió un gran éxito como modelo, participando hasta dos veces en la New York Fashion Week y protagonizando varias campañas publicitarias.
    La joven con síndrome de Down declaró que «verse linda no está reservado para las modelos de las revistas de moda». Lo hizo tras protagonizar la campaña de la fotógrafa Sarah Houston, en donde posó vestida de novia. El objetivo del proyecto es demostrar que cualquier mujer puede verse hermosa con su vestido de novia si así lo quisiera.
    1«ELLA SE INSTALÓ EN LA INDUSTRIA Y ES UNA MODELO MÁS», DECLARÓ LA MADRE DE MADELINE
     La Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) llevó a cabo una serie de actividades para fomentar la plena inclusión de las personas con trisomía 21 en todos los ámbitos de la sociedad y con motivo de conmemorarse la Semana de Concientización para la Promoción de los Derechos de este grupo poblacional en la Ciudad de Buenos Aires, que fuera instituida por ley en 2014.
    Gustavo Martín es, además del presidente de Asdra, papá de Eugenia, quien hace 20 años nació con esta condición. «Fue un shock, un punto de inflexión en mi vida, como papá, como todo. Ella me fue demostrando que tenía que dejarle su lugar e independencia y tratamos de que vaya a la escuela con sus tres hermanas. Con apoyo lo logramos. Fue laborioso. Hoy está estudiando en un secundario para adultos, sale con sus amigos, va a bailar, hace deporte. Me enseñó a ver la vida de otra manera«, contó el hombre que dirige la entidad que busca promover la inclusión de las personas con síndrome de Down en el ámbito familiar, educativo, laboral y social a través de diversos programas de contención, promoción e información.

    3El síndrome de Down no es una enfermedad sino una condición –producto de una alteración genética– y los derechos de las personas con este síndrome están en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y, en el caso de menores de 18 años, en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.

    EL SÍNDROME DE DOWN NO ES UNA ENFERMEDAD SINO UNA CONDICIÓN, PRODUCTO DE UNA ALTERACIÓN GENÉTICA

    La semana que pasó se utilizó para difundir la campaña #AliadosPorLaInclusión y hoy por la tarde se lanzará el videoclip y la canción «Juntos es mejor», grabado junto a las instituciones Las Ilusiones y Todos Hacemos Música, con la presencia de personas con y sin discapacidad.

    Will, el súper bebé que puede volar
    «La discapacidad no es sinónimo de limitación», reza la campaña creada por Alan Lawrence, un fotógrafo estadounidense, padre de cinco hijos, que decidió impulsar esta idea cuando tuvo a Will en 2013, su hijo más pequeño. El niño nació con síndrome de Down y el mensaje de Alan busca generar conciencia sobre una condición que trae consigo discriminación y prejuicio.

    «La discapacidad no es sinónimo de limitación» es el lema de la campaña que protagoniza el pequeño Will

    2Para transmitir esta idea, realizó una serie de fotografías en las que el pequeño Will vuela en situaciones de lo más cotidianas. «Estas fotos cobran un significado muy especial para mí cuando pienso en los retos a los que Will se tendrá que enfrentar cuando crezca. Espero poder enseñarle que incluso con esta condición podrá hacer cualquier cosa que se proponga», explicó Alan.

    «Estas fotos cobran un significado muy especial para mí cuando pienso en los retos a los que Will se tendrá que enfrentar cuando crezca»

    Esta iniciativa tiene también un fin solidario: Alan, junto a su equipo de trabajo, creó una campaña titulada Bringing Light, en cuya web venden calendarios con las imágenes del pequeño Will. El dinero que recaudan está destinado a diferentes entidades que se dedican a la mejora de la calidad de vida de las personas con síndrome de Down. «Nuestra familia con Will es feliz. Queremos mostrar al mundo que no hace falta renunciar a todas las cosas que nos gusta hacer en familia por el hecho de que Will tenga síndrome de Down», aclaró el fotógrafo.

     

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