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«El año pasado pensé en la retirada seriamente»
EUROPA PRESS – El nadador español Javier Torres afrontará este verano en Londres sus sextos Juegos Paralímpicos y lo hará con satisfacción, pero reconociendo que llegó a pesar en retirarse después de 22 temporadas en la alta competición y con 16 preseas paralímpicas en su palmarés.
«El año pasado pensé en la retirada seriamente. Comenté a distintos compañeros del equipo nacional y a algunos técnicos que el pasado Europeo de Berlín era mi última participación internacional», reconoció en una entrevista con la revista ‘Perfiles’.
El mallorquín, que tiene cinco oros, cinco platas y seis bronces paralímpicos, logró hace unos días la mínima B que le da el pasaporte a la capital británica. «Me he ganado el poder disfrutar de Londres, aunque no voy a regalar nada», explicó.
El balear confía en ser finalista y lograr la mejor clasificación posible en 150 metros estilos. «Son objetivos reales y, aunque soy ambicioso, no me quiero marcar expectativas muy altas», indicó.
Para cumplir dicho reto realiza de seis a ocho sesiones de agua a la semana que van de 3.500 a 4.000 metros, más un complemento de preparación en seco a diario. «Yo tengo una forma de nadar muy agresiva, debido a mi discapacidad. Debo trabajar con mucha frecuencia de nado, es decir, con un ritmo de brazada muy alto, lo que supone un desgaste muscular y de articulaciones muy exigente», explicó.
Torres realiza «unas 150 ó 160 brazadas por minuto». «Cuando trabajo en intensidades altas, mi frecuencia de nado va entre 77 y 80 ciclos de brazada por minuto. Cada ciclo son 2 brazadas así que hago unas 150 o 160 brazadas por minuto. Es un ejemplo de la exigencia de mi forma de nadar, y eso desde los 14 años hasta los 38 que cumpliré, hace que tu cuerpo se resienta», señaló.
Por otra parte, recordó que empezó a nadar «por casualidad» y «como método de rehabilitación» a los diez años. «Me permitía mejorar en fuerza, coordinación y desarrollarme a nivel motriz mucho mejor dentro de mi discapacidad. También descubrí el mundo de la competición en el que me marcaba pequeños objetivos que mantenían mi ilusión para esforzarme cada vez más», explicó.
«MI DEPORTE ACABÓ SIENDO MI TRABAJO».
Lo que empezó siendo una afición, ha terminado marcando más de dos décadas de su vida. «Me ha enseñado mucho en mi vida y me ha permitido desarrollar una carrera deportiva que me ha aportado cantidad de cosas como deportista pero, sobre todo, como persona. Nunca pensé que la natación significaría todo esto para mí, pero las cosas fueron bien, mi deporte se me daba bien y acabó siendo como mi trabajo», comentó.
Xavi Torres comenzó a dedicarse de forma profesional a la natación en el año 2000, a pesar de que ya había ganado medallas en los Juegos Paralímpicos de Barcelona ’92 y Atlanta ’96. «Barcelona fue un punto de inflexión para mí. Era un chaval de 18 años atrevido y descarado, con una forma de actuar y competir muy pasional», indicó.
El nadador, que se confiesa «una persona inquieta», compagina su actividad deportiva con el trabajo en la dirección general de Deportes del Gobierno Balear y en distintos medios de comunicación. «El deporte tiene una vida limitada y hay que mirar siempre al futuro. La natación es muy importante, pero no es lo único», precisó.
«Soy un nadador veterano, con 22 años en la selección (mi primera temporada fue la de 1989/90) y debo pensar también en un futuro cercano fuera de la natación en el que todas esas ocupaciones serán muy importantes para mí y me permitirán también tener una estabilidad en mi vida», finalizó.
