El deporte, un modo de vida

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    Juan Pablo Barcia y su entrenador, José Manuel García. lne.es – Hace una década, Juan Pablo Barcia sufrió un accidente de coche. Hasta ese momento, el deporte era una de sus aficiones. Pero desde la distancia. Ese contratiempo marco un antes y un después en su vida. Se animó a probar fortuna en diversas modalidades. La práctica deportiva le sirvió como terapia para desconectar. Hasta que decidió centrarse en tres aspectos: la halterofilia adaptada, el baloncesto, en Avilés y el remo en su Vegadeo natal. Esta última modalidad le llevó a disfrutar de dos ediciones de los Juegos Paralímpicos: Pekín y Londres. Y a recibir numerosos reconocimientos por su actuaciones. La última de ellas, el Premio Delfos del Deporte. «Me hizo mucha ilusión. Es un premio con mucho prestigio que va más allá. No solo premia los resultados, sino también el trabajo, el esfuerzo y la constancia. Unos valores que son fundamentales para triunfar en el deporte», comenta Juan Pablo Barcia. Un premio que sumó al reconocimiento de su pueblo, ya que hace dos años fue «Vegadense del año».

    Desde 2007, el remo ha sido su modo de vida. Seis medallas en los Campeonatos de España y un amor de por vida con un deporte que quiere aumentar su prestigio en el país. «Esperemos que el cambio de presidente en la Federación nos beneficie. No es normal que no haya ido nadie a los Juegos Olímpicos y que yo haya sido el único que compitiese en los Paralímpicos», comenta Barcia. El piragüismo le tiene ahora mismo tomada la delantera al remo, pero este palista de Vegadeo confía en el resurgir de este deporte. «Me ilusiona ver en mi club, el Remeros del Eo, a muchos jóvenes con ilusión de crecer en este deporte. Hay una buena cantera que si se trabaja puede llegar lejos», explica. A sus 36 años sigue pensando en el día a día y no descarta ninguna opción para el futuro. «Es pronto para pensar en otros Paralímpicos y en la posibilidad de ser entrenador. Tengo poca paciencia para tratar con los chavales, pero seguro que con el tiempo me irá entrando el gusanillo», confiesa.

    El año ha sido fructífero para sus intereses. Logró la victoria en las regatas de Sevilla, Trasona y Madrid. Además, su palmares está cargado de numerosas de triunfos . Cuatro victorias en Castrelo, dos en San Sebastián, Coimbra, Sevilla, Banyoles y Trasona. Su proyección ha sido tanto nacional como internacional. De ahí que participase en pruebas en Alemania e Italia logrando dos quintos puestos en la localidades de Münich y Gavirate. Además, en la localidad polaca de Poznan obtuvo un cuarto y séptimo puesto y en la localidad portuguesa de Coimbra puede presumir de ser un bicampeón. Y por si todo esto fuera poco, en los Juegos Paralímpicos de Pekín fue duodécimo y en Londres, noveno.

    El baloncesto es su otra pasión. Al menos en la actualidad. Aunque su regreso se ha producido el mes de pasado. Su preparación exhaustiva para competir en Londres le hizo dejar de lado su participación con el Avilés. Y es que el remo necesita mucha dedicación. «Es un deporte muy duro. Al principio se baja el tiempo muy rápido, pero luego se necesita mucho entrenamiento para bajar unas décimas. Para llegar a un nivel muy alto hay que dedicarle horas. Son entrenamientos incómodos en ocasiones con mucho frío . Llegué a tener semanas de once entrenamientos con dos horas y media cada uno», relata Juan Pablo Barcia.

    Tras un pequeño descanso, el baloncesto ha vuelto a su vida. Su sexta temporada en Avilés le hace desplazarse dos días desde Vegadeo para entrenarse , al que hay que añadir otro para jugar. Lo hace como base y escolta. «Me toca muchas veces tirar del equipo y organizar las jugadas. Es un deporte en el que prima el juego colectivo», analiza.

    Y por si todo esto fuera poco, Juan Pablo Barcia hizo sus pinitos en la halterofilia adaptada con el equipo Cosa Nuesa de Avilés. En 2006 y 2007 fue Campeón de España y en otras cuatro ocasiones consiguió medallas: la de plata en 2008, 2010 y 2011; y la de bronce en 2005.

    El deporte llamó a su puerta en un momento de adversidad y desde entonces se ha convertido en su compañero más fiel. Primero fue la halterofilia y ahora la alternancia entre el remo y el baloncesto, aunque hasta hace un año, en la primera de ellas aún seguía consiguiendo medallas. «Hasta que el cuerpo aguante seguiré. Es una de mis pasiones la actividad deportiva», concluye Juan Pablo Barcia.

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