elconfidencial.com – Jon Santacana y Miguel Galindo forman un matrimonio deportivo muy bien avenido. Desde que el destino les uniera en el año 2002, esta pareja va cosechando éxito tras éxito en cada prueba de la Copa del Mundo, Mundial o Juegos Paralímpicos que se les ponga por delante. El último es de rabiosa actualidad, las dos medallas de oro en el Campeonato del Mundo que se está disputando en la estación pirenaica de La Molina (Girona). Y aún les resta por competir en otras dos pruebas, la Supercombinada de hoy lunes y el Gigante de mañana, donde son los grandes favoritos a colgarse el más preciado metal. A estos chicos no hay quien les pare.
Santacana, donostiarra de nacimiento, comenzó a esquiar desde muy pequeño. A los nueve años le detectaron una deficiencia importante en la vista que en estos momentos provoca que tan sólo disponga de un 5% de agudeza y un 15% de campo visual. A pesar del enorme varapalo, Jon decidió apuntarse a una concentración de promoción del equipo paralímpico español para seguir practicando una de sus pasiones. Las condiciones y la experiencia del esquiador vasco provocaron que enseguida se incorporara a la disciplina de la Selección.
Poco después llegó el complemento perfecto definitivo para él. Miguel Galindo, integrante también del combinado nacional entre los 15 y los 20 años, recibió una llamada de la directora técnica del equipo paralímpico para ejercer de guía. “Jon se había quedado sin guía y me llamaron para ofrecerme el puesto. Probé en una concentración, congeniamos a las mil maravillas y a partir de ahí comenzó nuestra carrera en conjunto”, explica Galindo en entrevista para El Confidencial.
La necesidad de una buena comunicación y una gran compenetración son básicas en toda disciplina, pero aún más si cabe en ésta. “Es absolutamente imprescindible. Nos tiramos todo el año en busca de la nieve para poder entrenar, por lo que pasamos muchísimo tiempo juntos. De no haber feeling, esto no sería posible”, nos cuenta el guía. “Es la clave del éxito. Las parejas suelen cambiarse cada ciclo olímpico, por el desgaste que supone, pero nosotros ya llevamos once temporadas juntos y nos va muy bien”, apunta Santacana.
Éxito a base de un gran sacrificio
Donde otra persona se hubiera hundido, Jon sacó fuerzas para rehacer su vida y mirar al futuro con optimismo. “La familia le ayudó mucho y él siempre ha sabido llevar este asunto de la mejor manera. Ha practicado todo tipo de deportes, comenzó la carrera de INEF (la ha aparcado momentáneamente por temas puramente profesionales) y ha sabido llevar una vida absolutamente normal”, incide Galindo con respecto a la deficiencia de su compañero y amigo.
Afortunadamente, y gracias a una beca del Plan ADO por estar entre los tres mejores del mundo de su disciplina, Santacana y Galindo puede dedicarse en exclusiva y vivir de esto. Ahora bien, eso no quita para el enorme esfuerzo que este deporte supone. El donostiarra nos cuenta que “es más sacrificado de lo que pudiera parecer. Hacemos una gran volumen de entrenamientos, viajamos mucho para encontrar las mejores condiciones de nieve en cada época del año, nos enfrentamos a condiciones meteorológicas muy duras…”.
Ahora bien, esta ardua tarea se está viendo recompensada con triunfos, y eso quieras que no palía los momentos más complicados. Y es que “todo se olvida cuando el resultado final es el deseado”, afirma Galindo. “Las cosas nos están yendo muy bien, no nos podemos quejar para nada. Nos sentimos realizados y satisfechos cuando llegan momentos como el de este Mundial”, manifiestan ambos ante este éxito sin paliativos.
Los dos se muestran muy agradecidos al conjunto de la selección española, ya que “sin ellos no sería posible haber ganado estas medallas. Detrás de estos oros hay mucha gente que nos hace la vida más fácil, así que es lógico que ellos también sean parte de estos triunfos”, reconocen.
Acostumbrados al podio
Si bien es cierto que el Mundial de España está siendo magnífico para los nuestros, hay que añadir que Santacana y Galindo son dos deportistas habituados a verse en situaciones de este tipo. El pasado Mundial, en Italia (2011), consiguieron tres medallas de oro y dos de plata y en los Juegos Paralímpicos de Vancouver (2010) el botín fue de un oro y dos platas.
Tantos triunfos, carreras y entrenamientos juntos dan lugar también al capítulo de las anécdotas. “Nosotros vamos comunicados a través de bluetooth y alguna vez nos ha fallado y hemos tenido problemas. Pero más curioso ha sido en otras ocasiones con el tema de la salida. Siempre decimos 3, 2, 1, entonces salgo y yo y al poco lo hace Jon. Nos ha pasado alguna vez que ha salido él antes que yo, de no compenetrarnos y empezar yo y quedarse Jon en la salida y tenerle que esperar… Son situaciones con las que luego pasamos un buen rato recordándolo”, cuentan a este periódico entre risas.
La experiencia de Santacana y Galindo demuestra aquello del ‘querer es poder’ y cómo la vida otorga segundas oportunidades que se pueden aprovechar. Una historia humana y un gran ejemplo para todos. ¡Enhorabuena, chicos!
