El conjunto aragonés volverá a empezar el curso sin los tres jugadores que más puntos sumaron el año anterior
elperiodicodearagon.com – Reinventarse cada verano es una obligación para el CAI Zaragoza. Con un plazo pendiente de pago de la plaza ACB y un presupuesto menguante para poder confeccionar la plantilla, el equipo zaragozano pierde cada año piezas importantes. De hecho, este estío se repite la situación de hace doce meses: José Luis Abós comenzará a trabajar sin los tres jugadores que más puntos y valoración sumaron la temporada anterior. Si hace un año eran, por diferentes motivos, Hettsheimeir, Cabezas y Wright quienes abandonaban la capital aragonesa, ahora el conjunto zaragozano no tendrá a Norel, Aguilar y Van Rossom, aunque con la diferencia de que el holandés no ha salido de la plantilla, si bien su regreso no tiene fecha concreta.
Así, el CAI Zaragoza, el tercer clasificado de la última Liga Endesa, tendrá que readaptarse un año más cambiando dos piezas fundamentales, el base y el cinco, igual que hace un año. Si el verano pasado el club tuvo que buscar un nuevo escolta, en esta ocasión el reemplazo ha tenido que ser en el puesto de cuatro tras la salida del capitán. Hace un año el equipo se quedó sin los 14,5 puntos de media de Wright, los 13,3 de Hettsheimeir y los 9,2 de Cabezas. Los tres sumaban más de la mitad de los puntos del equipo, 37 de los 70 de media que anotaba el CAI por jornada. La llegada de Roll, Norel y Llompart dio otro impulso al equipo hasta alcanzar la mejor actuación de su historia.
OTRO PESO Ahora, Abós se ha quedado sin los 13,3 puntos de Norel, los 9,6 de Aguilar y los 8,9 de media que anotaba Van Rossom, de nuevo los tres máximos anotadores, también el trío mejor valorado. Eso sí, hay dos diferencias fundamentales. Una, que Norel sí está aunque no esté de inicio y su regreso sumado a un Shermadini ya adaptado a la Liga Endesa puede hacer que el juego interior del CAI sea uno de los más fuertes de la competición. Y dos, que esos tres jugadores sumaban menos puntos que Wright, Hettsheimeir y Cabezas con una anotación global mayor (31,8 puntos de 79,2 de media), lo que indica que el CAI ha sido este año más equipo, con menos necesidad de nombres propios.
El deporte no es una ciencia exacta. Sin embargo, la experiencia de los últimos cursos en el trabajo de la dirección deportiva de Willy Villar en verano y el del cuerpo técnico durante la temporada, invitan a pensar que el CAI Zaragoza puede volver a salir airoso tras quedarse sin tres pesos pesados. La llegada de Shermadini desde el campeón de Europa ha supuesto la incorporación más ilusionante del verano caísta, un pívot alto, joven, dominante, con un gran acierto cerca del aro y desde el tiro libre. Con el georgiano, Jones y Fontet, el equipo partirá con un buen juego interior. Cuando se sume Norel, la pintura del CAI puede ser temible.
FUERZA INTERIOR El puesto de Pablo Aguilar lo ocupará Daniel Clark, un jugador con altura para ser pívot pero con gusto por el tiro exterior. En la base puede estar el mayor cambio, ya que Tabu es bastante diferente a Van Rossom, menos tirador y no suele actuar de dos. En cualquier caso, todos los fichajes, incluido el de Pere Tomás que el club espera anunciar en las próximas horas, tienen la esencia de todos los fichajes que puede y quiere hacer el CAI. Jugadores jóvenes, con calidad y capacidad de crecer, que todavía no han dado todo lo mejor de sí. Y la mayoría de los que pasan por Zaragoza se van siendo mejores que cuando llegaron. Reinventarse cada verano, y hacerlo con menos dinero, es una necesidad para el CAI que el club ha conseguido hasta ahora convertir en virtud.
