Romper barreras a base de pedaladas

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    • La fundación Saiatu ha dado a lo largo de su trayectoria un gran impulso al deporte adaptado.Saiatu cumple 18 años trabajando en favor del deporte adaptado
    • En la actualidad, cuenta con una cantera de 20 ciclistas en su equipo

    deia.com – Tener una discapacidad es, por desgracia, aún a día de hoy, una barrera que los afectados por alguna de ellas tratan de derribar con trabajo, tesón y grandes dosis de esfuerzo. Su objetivo es hacer una vida normalizada, conviviendo con su discapacidad y disfrutando de las muchas cosas que se pueden hacer en esta vida. En ello, tiene un papel muy importante el resto de la sociedad, que tiene que facilitar el camino, el tránsito vital de estas personas que intentan superar la adversidad a cada instante.

    Esa es la clave, intentarlo en todos los ámbitos de la vida y a eso anima desde el año 1995 la Fundación Saiatu, la cual utiliza el deporte como una inmejorable herramienta de inclusión de las personas que padecen alguna discapacidad.

    En la última semana, el nombre de esta institución ha estado ligado al éxito de los corredores de su equipo ciclista en los Campeonatos del Mundo celebrados en la localidad canadiense de Baie Comeau. Pero que Aitor Oroza o Víctor Hugo Garrido vistan el maillot arco iris que les distingue como campeones del mundo no es el objetivo final de Saiatu. Ni mucho menos.

    Esos triunfos no son más que un resultado del trabajo callado, constante y lleno de tesón de unos ciclistas que en cada pedalada tratan de derribar barreras y remover conciencias Y detrás está Saiatu. «Lo más importante es la promoción del deporte adaptado como forma de inclusión», explica Txema Alonso, presidente de Saiatu. Alonso, centra todo el mérito de lo que hoy es esta fundación en el esfuerzo diario de los deportistas. «Nosotros no tenemos ningún mérito al lado de quien se sube cada día a la bicicleta teniendo solo una pierna o una parálisis cerebral. Su esfuerzo y lucha es heróica», incide Alonso.

    La labor de la fundación está dando sus frutos y cada vez son más los jóvenes que se animan a hacer deporte
    Lo cierto es que, desde su nacimiento en 1995, las personas que tengan algún tipo de discapacidad y quieran hacer deporte tienen en Saiatu un claro referente, una luz que les ilumina para que sigan progresando en su camino. Ahora que cumplen la mayoría de edad, miran hacia atrás y ven que han completado una parte importante de la senda que iniciaron. «Las personas discapacitadas siguen teniendo más problemas y barreras para hacer deporte que el resto de la gente. Pese a los claros avances que ha habido en los últimos tiempos, aún nos queda mucho por hacer», precisa el presidente de Saiatu.

    MÁS CANTERA

    Para seguir rompiendo estereotipos, destruyendo limitaciones y tocando conciencias, es imprescindible que haya personas que, cada día se suban a la bicicleta o al handbike para entrenar. Por eso, la cantera es algo que esta fundación cuida con mimo y trata de incentivar porque, simplemente, es su base y para lo que nació. «Las nuevas generaciones son más numerosas que en el pasado y eso es muy positivo», destaca Alonso. En la actualidad son 18 las personas jóvenes que trabajan en las filas de Saiatu con la esperanza de ser algún día como Aitor Oroza y Víctor Hugo Garrido, pero, sobre todo, demuestran a todo el mundo su fortaleza, sus ganas de vivir y de romper con todos los límites. El rostro del esfuerzo, el tesón y la valentía es tanto masculino como femenino, ya que, cada vez, son más las chicas que se animan a dar pedales. «Nosotros tenemos la suerte de que hay mujeres que hacen handbike en nuestro equipo. Es muy gratificante ver cómo se animan a empezar a practicar este deporte y verles crecer competitivamente», desgrana Alonso.

    Los ciclistas son uno de los pilares de este proyecto, pero el voluntariado es otro elemento muy importante sobre el que se cimienta Saiatu. En total, la fundación cuenta con un núcleo duro de unas 20 personas que son las que dedican su tiempo libre a facilitar toda la logística que requiere la organización de carreras. «Son una ayuda grandísima. Aunque en muchos casos son personas del entorno de gente discapacitadas es de agradecer todo el tiempo y el esfuerzo que dedican sin esperar nada a cambio», ensalza el presidente de la fundación. Otra de las vigas maestras de Saiatu es la aportación de los socios colaboradores. «Al final, entre todos, somos unas 100 personas y empresas las que participamos en esta fundación. Su apoyo es imprescindible y ojalá sean más», asegura Alonso.

    El último y, hasta el momento, más importante pilar que sostiene y da forma a esta fundación es el apoyo institucional. La Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco sirven de ayuda a Saiatu que también lucha por la creación de clubes de competiciones adaptadas y por la creación de selecciones vascas paralímpicas. «En Euskadi tenemos un gran nivel de deportistas y tenemos que aprovecharlo», explica el presidente de Saiatu, una fundación que ayuda a aquellos que, pedalada a pedalada, luchan por romper barreras.

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