Lourdes Ortega: «Las barreras te las pones tú mismo»

    0
    1

    Ésta jugador de baloncesto en silla de ruedas, está a punto de cumplir 17 años. Esta cazallera pasó del carrito a la silla de ruedas con sólo cuatro años debido a un virus que afectó a sus piernas.

    • A pesar de su juventud ya ha sido dos veces internacional con la selección española de baloncesto en silla de ruedlourdes-ortega-ias y en las próximas semanas comienza una nueva etapa en Valladolid
    • En el mes de agosto el equipo vallisoletano Fundación Grupo Norte la fichó para jugar la próxima temporada en la División de Honor de la Liga Nacional de Baloncesto en Silla de Ruedas.

    Puertollano sobre ruedas.-  Pregunta. ¿De dónde viene tu afición al baloncesto?
    Respuesta. Yo veía a mis amigos que jugaban y hacían cosas que yo pensaba que nunca iba a poder hacer. Llegué a casa un día y le pregunté a mi padre que si yo no iba a poder nunca hacer deporte.

    Entonces fuimos a Sevilla y nos enteramos que había existido el club Virgen del Rocío, pero ya había desaparecido. En el pabellón de Amate jugaba otro que se llamaba CD ONCE Andalucía. Desde los cuatro años empecé a ir a ver cómo funcionaba el equipo, siempre estaba por allí y era como de la familia, hasta el punto que algunos me decían que parecía la mascota del equipo (ríe).

    P. ¿Cuál ha sido tu trayectoria?
    R. A los 13 años el CD ONCE Andalucía me hizo la primera ficha. Jugábamos en la máxima categoría, División de Honor, y en aquellos momentos era la más joven de la liga, batí el record en España y en Europa de jugadora más joven en una competición. Estuve jugando allí hasta que en 2011 desapareció el equipo.
    Mi objetivo era seguir jugando al baloncesto, pero los equipos que tenía más cerca entrenaban muy tarde y volvía a Cazalla a las dos de la mañana. Cuando llegaba tenía que preparar las cosas para levantarme a las 7 e ir al Instituto. Lo primero eran los estudios, así que en ese momento no podía permitirme estar en ningún equipo.
    Sabía que de alguna forma tenía que seguir preparándome. El entrenador de la selección seguía confiando en mí y eso me daba fuerzas para continuar. A pesar de no tener equipo continué entrenando con mi hermano en el Pabellón del IES El Carmen. Durante una hora al día corría, hacía tiros y usábamos una silla más antigua que tenía en casa con la que mi hermano me defendía para que trabajara el ataque.

    P. Y a pesar de ese tiempo sin equipo, a principios del mes de agosto se anunció que jugarías este año en el Fundación Grupo Norte, ¿cómo se fraguó el fichaje?
    R. Todo surgió porque me fui a Cáceres a un campeonato y jugué tan bien que ni yo me lo creía. A partir de ahí me llamaron de Badajoz, Barcelona, Málaga, Galicia, Valladolid y Albacete. No me lo creía. Me gustaban mucho todos los equipos, pero si me iba a Málaga o Badajoz tendría que ir y volver a los entrenamientos todos los días. Valladolid preparó todas las cosas y lo buscó todo, así que me decidí por ellos.

    P. ¿Cómo te planteas esta etapa en Valladolid?
    R. A pasar mucho frío –bromea–. Quiero aprender mucho, formarme como jugadora, poder ayudar a mis compañeros, y ayudar a la selección española a conseguir un puesto para las Paralimpiadas que se jugarán en Río de Janeiro en 2016, así que toca entrenar duro.

    P. ¿Cómo compaginarás los entrenamientos con tus estudios?
    R. No me gusta estudiar, pero este año pasado me di cuenta que si no estudiaba no tendría beca ni equipo. No hubiera soportado estar otro año más sin equipo, no hubiera seguido. Así que me puse las pilas y lo he aprobado todo a la primera.
    Según dicen hay tiempo para todo. Voy a estudiar en Valladolid un Ciclo Formativo de Administración y Gestión y repartiré el tiempo entre el colegio, el gimnasio y los entrenamientos. Tendré que echar los libros en la maleta cuando salga los fines de semana a jugar.

    P. Y tus padres, ¿tienen miedo de que te vayas?
    R. Por una parte sí, pero por otra, saben que es lo que me gusta y me apoyan. Además tengo que estudiar y esforzarme mucho porque han confiado en mí. Tengo que demostrarles que pueden seguir confiando en mí y aprovechar la oportunidad.

    P. ¿Qué vas a echar de menos en Valladolid?
    R. Cazalla, mi familia y mis amigos.

    P. ¿Qué supuso para ti ser la jugadora más joven que ha jugado un europeo?
    R. La verdad es que eso no se puede explicar con palabras. Fue muy emocionante porque me fui a Israel en septiembre, justo antes de cumplir los catorce años. El entrenador en una concentración anterior me dijo que si yo debutaba sería la jugadora más joven de Europa en jugar un campeonato, tenía 13 años. Yo le dije que si me hacía debutar sería el mejor regalo de cumpleaños que me podía hacer. El primer partido en Israel era con Gran Bretaña y en el quinteto inicial estaba mi nombre, cuando estábamos saliendo para la pista se acercó el entrenador, me abrazó y me dijo “feliz cumpleaños” y ahí empezó todo.

    P. Y ¿cómo fue la experiencia?
    R. Muy bien, ya he jugado en dos competiciones europeas, en Israel (2011) y Frankfurt (2013). En los europeos tenemos todos muy buen rollo. Nos conocemos todos y nos llevamos muy bien, además de una selección somos una familia.

    P. ¿Se puede vivir del baloncesto en silla de ruedas?
    R. Aquí en España actualmente no. Este deporte cada vez tiene menos patrocinadores y menos apoyo. No es normal ver un partido de baloncesto en silla de ruedas por la tele. Si se viera la mitad de lo que se ve el fútbol sería una pasada. Pero en este país es solo fútbol. Por la tele no escuchas nada más. Las redes sociales nos están ayudando mucho, pero no es fácil.

    P. ¿Qué otras aficiones tienes?
    R. El atletismo y llegué a estar federada en natación. La experiencia fue buena pero a mí me gustan más los deportes de equipo que los individuales. Aunque conseguir cosas depende de mucha gente en los equipos, a la hora de tener apoyos puedes contar con todos tus compañeros. En los deportes individuales te tienes que levantar tu sola, y no es lo mismo.

    P. Te habrás enfrentado con muchos obstáculos en esta carrera… ¿Quiénes han sido tus apoyos?
    R. La verdad es que he tenido mucha suerte. Me ha apoyado muchísima gente y sobre todo ahora, cuando me tengo que ir de Cazalla, es cuando más lo necesitaba. De todas formas, mis grandes apoyos son mis amigos, la familia y la gente del baloncesto.

    P. ¿Ha supuesto para ti algún impedimento ser de un pueblo pequeño como Cazalla para llegar hasta donde has llegado?
    R. No. Ser de un pueblo tan pequeño me ha servido para darme cuenta que todo se puede superar. Después de estar tres años sin equipo he conseguido salir adelante y seguir en el baloncesto. Si hubiera estado en una gran ciudad hubiera sido todo más fácil. Pero si allí me hubiera encontrado alguna traba seguro que no la hubiera superado, además, lo fácil lo hace cualquiera.

    P. ¿Cómo animarías a otros jóvenes con discapacidad a hacer deporte?
    R. Hay gente que piensa que por estar en la silla se acaba el mundo, y no es así. La vida sigue, solo que sentado, descansando –bromea–. Hay que hacer deporte y conocer gente, ya sea jugando al baloncesto o a cualquier otro deporte. Hay que pensar en positivo. Aunque estemos aquí sentados tenemos que luchar por lo que queremos. Las barreras te las pones tú mismo.

    P. ¿Dónde te ves en un futuro?
    En el futuro me veo teniendo un buen trabajo y un equipo que me aporte. Tampoco me importaría ser entrenadora porque además me encanta mandar –ríe–, aunque no sé si algunos jugadores les gustaría tenerme como entrenadora.

    P. ¿Cuál es tu sueño?
    R. Llegar a jugar unas paralimpiadas y conseguir medalla. La recogería gustosamente. Yo tengo esperanzas y espero jugarlas en los próximos años.

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí