Ibrahim Hamadtou, el jugador más admirado del tenis de mesa

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A los 10 años de edad, tuvo un accidente de tren por el que le tuvieron que amputar los brazos. Eso no le impidió convertirse en jugador de tenis de mesa y deslumbrar al resto de los atletas en Río de Janeiro

elparana.com

Si bien el deporte paralímpico está lleno de historias de superación, la del egipcio Ibrahim Hamadtou es una de las más inspiradoras: tuvieron que amputarle ambos brazos tras un accidente pero se convirtió en un reconocido jugador de tenis de mesa.

En 1983, sufrió un accidente de tren le cambió la vida. Tenía solamente 10 años y perdió ambos brazos. Sin embargo, desde pequeño buscó superarse y tres años después incursionó en el deporte en el que brilla actualmente.

Al principio, jugaba con la raqueta debajo de la axila pero le resultaba muy difícil. Tiempo después probó con la boca y dio en la tecla. Encontró una forma muy efectiva para devolver rápido y preciso. Además, se ayuda con su pie para tirar la pelota al aire al momento de ejecutar un saque.

La Federación Internacional de Tenis de Mesa lo invita a jugar con grandes figuras para demostrar su talento y fuerza de voluntad(AP) La Federación Internacional de Tenis de Mesa lo invita a jugar con grandes figuras para demostrar su talento y fuerza de voluntad(AP)
“La discapacidad no está en los brazos o piernas… la discapacidad es no creer en lo que tú quieres hacer”, sostuvo Hamadtou en una entrevista con la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF).

La ITTF suele invitarlo a distintos eventos alrededor del mundo, en los que juega partidos ante grandes figuras del tenis de mesa para demostrar que su talento y su fuerza de voluntad.

Si bien su debut representando a Egipto fue en 2004, este año, pocos meses después de cumplir 43, está disputando sus primeros Juegos Paralímpicos. En su llegada a Brasil, provocó la admiración todos sus colegas.

El nigeriano Ahmed Kaleosho, por ejemplo, recordó lo que sintió al verlo por primera vez: “Es realmente increíble. La primera vez que lo vi fue en el 2013, en un torneo en Egipto. Por 30 minutos no pude ni siquiera pestañar. Verlo jugar nos hace amar aún más al deporte.”

Algo similar le ocurrió a la brasileña Bruna Alexandre, de 21 años, que debutó se convirtió en otra admiradora de Ibrahim Hamadtou: “Quedé pasmada. No lo podía creer. Hasta lo filmé jugando para mostrarle a mi familia. Yo comprobé algo muy interesante para mí y más para el tenis de mesa, él demuestra que todo es posible en esta vida.”

Y aunque terminó undécimo en categoría individual y este miércoles quedó eliminado en la participación por equipos en manos de la República Checa, su triunfo es haber estado en Río de Janeiro como atleta paralímpico.

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