La española gana el oro en los 400 libre S9 y un bronce en los 100 metros mariposa y ya suma cinco medallas.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
Nuria Marqués ha vuelto a confirmar que es la joya de la natación paralímpica española. A sus 18 años devora medallas con ambición, talento y tenacidad. En la quinta jornada del campeonato del mundo en Ciudad de México ha logrado un doblete con un oro y un bronce que la convierten en una de las estrellas de la competición.
Pese a su bisoñez, volvió a dar muestra de su voraz capacidad competitiva y se superó a lo grande, esta vez, ofreciendo una gran exhibición. Primero impuso su dominio en los 400 metros libre S9, prueba en la que ganó el oro en los Juegos Paralímpicos de Río. Desde que se lanzó al agua estuvo al frente de la carrera en un mano a mano con la china Jialing Xu.
Con confianza y fuerte físicamente, se distanciaba poco a poco de la rival asiática con un ritmo eléctrico. Con autoridad controló la situación, pasando en primera posición en todos los virajes y paró el crono en 4:55.32 para coronarse campeona del mundo, sacándole a la china casi siete segundos.
Sin tiempo para saborear la victoria, se fue a descansar porque apenas dos horas después volvía a enfundarse el bañador para afrontar la final de los 100 mariposa, una prueba exigente donde se batió en un duelo vibrante con la española Sarai Gascón, que acabó llevándose el oro con 1:09.52 y Nuria se quedó con el bronce (1:10.27).
Ni el gran nivel de sus rivales, ni los 2.250 metros de altitud sobre el nivel del mar, ni la falta de oxígeno han frenado a una nadadora insaciable que no tiene límites. Nuria, que nació con el fémur izquierdo más corto y a los 9 años le amputaron parte de la pierna, acumula un botín de cinco medallas en este Mundial: tres oros en 100 espalda, 200 estilos y 400 libre, así como una plata en 100 libre y un bronce en 100 mariposa. Y aún puede aumentar esa cifra ya que le queda por disputar los 50 libre.