El atleta en silla hace historia al convertirse en el primer deportista español de élite en lograrlo tras correr en Tokio.
Jesús Ortiz / dxtadaptado.com
«Los sueños no se cumplen, se entrenan» es el lema que acompaña a Rafa Botello desde que el deporte le abrió una ventana hacia una nueva vida. A los mandos de su silla de ruedas lleva 15 años entre los mejores atletas y acaba de hacer historia al convertirse en el primer deportista español de élite en completar las seis World Marathon Majors.
Había rodado varias veces y con buenos resultados sobre el asfalto de Nueva York, Boston, Chicago, Londres y Berlín, pero le quedaba una prueba más, la de Tokio, a la que había sido invitado este año. En la ciudad que acogerá los Juegos Paralímpicos de 2020, el catalán alcanzó su objetivo. Acabó en el puesto 14 con un tiempo de 1:31.41, a 11 segundos del podio.
«Estoy muy contento por ser el primer atleta español en conseguirlo. No solo era cuestión de terminarla sino de ser competitivo. Me ha costado el último kilómetro ya que era peligroso y bastante desfavorable para mí porque eran casi 800 metros de adoquines y eso afecta a mi discapacidad. Si no, hubiese quedado más adelante. Pero terminé cerca del tercero», ha explicado.
«Jamás imaginé en poder lograrlo y estoy muy agradecido a la organización de la maratón de Tokio porque solo han invitado a seis extranjeros para este evento. También a mis padres, hermana, familia, entrenadores, amigos y patrocinadores por hacer posible mi sueño de dedicarme a esto profesionalmente», ha añadido.
Botello, que en 2002 sufrió un accidente en bicicleta que le causó una lesión medular y tiene el cuerpo inmovilizado desde la primera abdominal hacia abajo, ha disputado 114 maratones en 27 países por los cinco continentes, con numerosas victorias y siempre entre los mejores.
La temporada pasada fue la mejor en cuanto a resultados y marcas: ganó en Dubai y en Málaga, brilló en Chicago y en Boston con un quinto puesto y firmó una séptima posición en Nueva York. Con perseverancia, trabajo y ambición, el atleta español se siente «motivado y esperanzado de hacer algo grande este año». De Tokio se marcha con buenas sensaciones y confianza para afrontar en siete semanas la maratón de Boston, la que más le gusta, y siete días después viajará a Londres.