El cierre del CAR de Madrid afecta a más de una veintena de deportistas paralímpicos

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Nadie podrá entrenarse en sus instalaciones y los internos abandonan la Residencia Blume por las medidas adoptadas ante la propagación del coronavirus.

Jesús Ortiz / dxtadaptado.com

El Centro de Alto Rendimiento y la Residencia Blume ya han echado el candado durante los próximos 15 días. Es una de las medidas adoptadas ante la propagación del Covid-19 y que afecta a más de una veintena de deportistas que están preparando los Juegos Paralímpicos de Tokio. Fueron horas de mucha incertidumbre y ajetreo. La información que manejaban por la mañana era que solo los de alto nivel podían seguir utilizando las instalaciones. Sin embargo, por la tarde cambió el panorama y decidieron cerrar a cal y canto ambos centros.

Un serio contratiempo para aquellos que entrenan de cara a los Juegos, que ya se habían visto afectados ante la cancelación de numerosas pruebas nacionales e internacionales donde algunos iban a buscar la mínima o el billete para Tokio. Además durante esta semana se ha conocido la suspensión de la mayor parte de las competiciones nacionales. Entre los deportes más perjudicados se encuentra la natación. El grupo que dirige José Luis Vaquero, seleccionador de la Federación Española para Deportistas Ciegos, lo componen María Delgado, Iván Salguero, Ariadna Edo, Enhamed Enhamed, José Ramón Cantero y Borja Sanz.

“Como es tan incierto el futuro a corto plazo, iré tomando decisiones según vayan produciéndose las noticias. Aquí no pueden entrenar, pero nadie nos asegura que se celebre el campeonato de Europa, que es nuestro próximo objetivo. Si cambia la situación buscaremos sitios donde ir: Sierra Nevada, Lanzarote, Tenerife o incluso fuera de España. Pero es posible que no nos dejen viajar. De momento un parón de 10 días y luego les mandaré entrenamientos para hacer en casa con el objetivo de preparar el Europeo”, ha explicado Vaquero.

También los nadadores de la Federación Española para Deportistas con Discapacidad Física que entrenan bajo las órdenes de Darío Carrera, Carlos Salvador y Paco Ocete han tenido que abandonar las instalaciones. “Nosotros queremos seguir entrenando, pero no sé cómo lo vamos a solucionar. Ahora mismo tenemos trabajadores de otras federaciones autonómicas haciendo lo imposible por ayudarnos y buscarnos sitio. Los internos vendrán a mi casa mientras tengan soluciones”, ha comentado Carrera.

De su grupo, los afectados son Ignacio Arribas, Íñigo Llopis, que ya se ha marchado a San Sebastián, Guillermo Miquel, que ha regresado a Canarias, así como Carlos Martínez, Isabel Yinghua Hernández y Julia Benito, que están esperando encontrar un sitio donde poder concentrarse. Los atletas viven una situación similar y ante la gravedad de la situación, toca buscar alternativas. Entre ellos están Gerard Descarrega, Sara Andrés Barrio, Deliber Rodríguez, Dionibel Rodríguez, Lorenzo Albaladejo, Melany Bergés, Desirée Vila, Alberto Ávila y Daniel Pérez, a quien la noticia le pilló de camino a su ciudad, León.

“Nos llegó una notificación por la mañana en el que nos decían que podíamos entrenar los que estamos preparando los Juegos, pero llevaba un par de días pensando en volver a casa para estar más tranquilo y con menos opciones de contagiarme. Decidí irme y por la tarde me avisaron de que cerraban el CAR. Intentaré seguir con la máxima normalidad, pero a ver cómo avanza esto”, ha lamentado.

Otros que entrenaban en el recinto madrileño son el judoca Borja Pahissa, los jugadores de tenis de mesa Álvaro Valera y Eduardo Cuesta o el triatleta Jairo Ruiz. “Me vuelvo para Almería, como estoy recuperándome de una lesión tampoco estoy entrenando demasiado, estoy haciendo gimnasio y natación, así que lo haré en la piscina de al lado de casa y me llevaré la bici por si me voy encontrando mejor”, ha apuntado el almeriense.

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