El baloncesto en silla, en vilo por la reclasificación de jugadores de cara a Tokio

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Con vistas a los Juegos Paralímpicos, el IPC exigía una reevaluación de los deportistas de clase 4,0 y 4,5. Además, antes de mayo de 2021 todas las puntuaciones tendrán que ser revisadas.

Jesús Ortiz / dxtadaptado.com

Por primera vez desde Barcelona 92, el baloncesto español en silla de ruedas contará en unos Juegos Paralímpicos con las selecciones masculina y femenina. Se ganaron el derecho de estar en Tokio por la vía deportiva, aunque para algunos el sueño de competir en la capital japonesa el próximo año se ha convertido en una incertidumbre. El Comité Paralímpico Internacional (IPC) exigió a la Federación Internacional (IWBF) revisar la clasificación de jugadores con clase 4,0 y 4,5 antes de mayo de este año, una medida que puede dejar fuera a algunos españoles.

Además, antes de mayo del próximo año todos los jugadores internacionales tienen que ser reclasificados. De lo contrario, el IPC mantendrá la exclusión del baloncesto para París 2024. La IWBF, que lleva desoyendo órdenes desde Río 2016, adoptó un plan de acción solicitando informes médicos y anunció que el 29 de mayo comunicaría a las diferentes federaciones nacionales qué jugadores podrían competir en los próximos Juegos. Un proceso que quizás se demore tras el aplazamiento de Tokio a 2021 y la crisis del coronavirus que lo tiene todo paralizado, algo que genera más incertidumbre entre los deportistas.

“Se comprometieron a que iban a estar todos los casos resueltos, pero con lo que ha pasado puede que se ralentice. Nos solicitaron documentación de cuatro jugadoras: Isabel López y Michell Navarro, que no tendrán problemas porque cumplen el primer parámetro del IPC, que es tener una discapacidad visible. Me preocupan más los casos de Vicky Pérez y de Veva Tapia, son las que tienen más dificultades. Con ellas se ha hecho un trabajo más minucioso y detallado en los informes para explicar el por qué tienen esa clasificación y pueden seguir jugando”, ha comentado el seleccionador español, Abraham Carrión.

Veva Tapia y Vicky Pérez, las más afectadas por esta medida.

El jerezano y su cuerpo técnico han contribuido al mayor éxito del baloncesto femenino, que logró disputar en Hamburgo 2018 un Mundial 24 años después y se ha clasificado para unos Juegos por primera vez por méritos deportivos tras quedar cuarto en el Europeo de Rotterdam el pasado verano. Las nuevas estrictas normas del IPC pueden trastocar los planes del combinado español ya que perderían a dos de sus piezas más importantes.

“Como entrenador, no tiene sentido que durante todo un ciclo olímpico una jugadora pelee, trabaje y compita por una plaza y lo consiga, y a tres meses vistas de esa competición te digan que no puede participar. El no saber con qué jugadoras podremos trabajar de cara a los Juegos es un caos, no sabemos cómo le afectará al equipo, llevan cuatro años luchando juntas. Vicky y Veva han tenido importancia dentro y fuera de la pista en los últimos años y si no están, las echaremos en falta. Esto no nos hará desfallecer, somos fuerte mentalmente y hemos demostrado que nos crecemos ante la adversidad”, ha añadido Carrión.

Vicky Pérez y Veva Tapia, las más afectadas

La madrileña Vicky Pérez es una las afectadas. La jugadora del CD Ilunion sufrió con 16 años una grave lesión, se rompió el ligamento cruzado anterior, en quirófano cogió una bacteria y le tuvieron que poner una prótesis de rodilla. “Creo que el tiempo que llevo compitiendo internacionalmente avala más que de sobra mi puntuación, pero no estamos al 100% seguros ningún jugador hasta que hagan pública la lista. Lo estoy pasando mal solo con ponerme en la situación de que me rompan el sueño. Confío en que la Federación Española y la Federación Internacional lucharán por cada uno de nosotros dándonos el sitio que nos corresponde, compitiendo en la fiesta del deporte”, ha apuntado.

Veva Tapia es la otra jugadora que camina sobre el alambre, sufre condromalacia grado IV y artrosis en la rodilla -no tiene cartílago-, pero no es una lesión visible. “Aún no me lo creo, están siendo días complicados, primero que si la revisión, luego el confinamiento por el coronavirus y ahora el aplazamiento de los Juegos. He pasado de la alegría de clasificarme a la incertidumbre, es horrible, hace unos meses celebraba que iba a ir a Tokio, cambié toda mi vida para prepararme para los Juegos y de pronto me dicen que puede que no vaya. Siento que tengo todas las papeletas para no ir”, ha lamentado.

La cordobesa, que llegó al baloncesto en silla hace pocos años, no entiende que esta medida la tomen al final del ciclo olímpico: “Si quieren cambiar las normas, que lo hagan al inicio. Es injusto para los jugadores que se quedan fuera, para los equipos que llevan años construyendo una plantilla para los Juegos y ahora les rompes los esquemas y también para aquellos países que no se han clasificado para Tokio y con las nuevas normas quizás lo habrían logrado”.

La situación en la selección española masculina es diferente, en principio, la participación en los Juegos no corre peligro para aquellos que tienen puntuación alta. “Me mandaron a hacer unas pruebas médicas para un informe demostrando que tengo una discapacidad, lo mío es una malformación de nacimiento -en la pierna izquierda-, se ve en las radiografías, así que no debería de tener ningún problema, a no ser que se les vaya la pinza y no nos dejen jugar”, ha asegurado el vigués Agustín Alejos.

El base Asier García es otro de los que ha enviado su informe médico. Fuente: CPE

“Estoy tranquilo, en mi caso es obvio que tengo una discapacidad, me falta el fémur de la pierna derecha. Hace mes y medio me pidieron certificados médicos, tuve que ir a una clínica para que me hicieran una radiografía. Quizás esto va más por los 4,5 que tienen lesiones de rodilla, me parece que está bien si creen que no hay gente que tiene discapacidad. Pero se ha hecho tarde, si ahora a una de las selecciones le quitas a dos 4,5 debilitas el torneo. Habrá jugadores que no podrán jugar, conocemos a muchos de ellos y será jodido, pero es lo que hay”, ha expresado el bilbaíno Txema Avendaño.

El base de la ‘ÑBA’ sobre ruedas, Asier García, aplaude las medidas adoptadas “ya que existen ciertas puntuaciones que no se ajustan a los criterios del Comité Paralímpico. Tal vez, el problema sea que la IWBF ha hecho caso omiso al IPC durante cuatro años y eso ha llevado a una premura en el tiempo que es donde está el error. Además, ha permitido que esos jugadores ‘dudosos’ colaboren a que sus selecciones se hayan clasificado para los Juegos y, por tanto, el ‘timing’ no ha sido el correcto. Ha sido un error de la IWBF, no del IPC. No deberían de verse perjudicados aquellos jugadores y jugadoras que ya han colaborado a sus selecciones para las clasificaciones”.

Asier, que sufrió secuelas en las piernas tras un accidente de tren hace 26 años, desconoce si le afectará o no en su puntuación, aunque “desde luego no en mi elegibilidad como jugador de baloncesto ya que eso está más que acreditado. Lo decidirán los clasificadores de la IWBF. Ahora con el cambio de fecha de los Juegos se entra de lleno en el segundo planteamiento del IPC, y es que antes de mayo de 2021, no solo los 4,0 y 4,5 tienen que demostrar su discapacidad, sino que todos los jugadores de baloncesto tienen que ser reclasificados”.

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